Los históricos acuerdos de paz entre el gobierno sudanés y los rebeldes fracasarán de no encontrarse una rápida solución a los conflictos que sacuden a la nación, en particular en Darfur (sur), aseguró Jack  Pronk, enviado especial a Sudán del secretario general de la ONU, Kofi Annan.
 
Para asegurar el desarrollo y la estabilidad en Sudán, "es importante que se complete el proceso de paz (norte-sur)", dijo Pronk ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
 
La intervención de Pronk estuvo motivada por el informe difundido el martes en el que Annan recomendó desplegar una fuerza de mantenimiento de la paz de la  ONU en Sudán de 10.130 hombres.
 
Esta fuerza estaría destinada a ayudar a Sudán a enfrentar las múltiples  necesidades resultantes del acuerdo de paz global (CPA) firmado el 9 de enero  último en Machakos (Kenia) entre el gobierno de Jartum y el Movimiento/Ejército Popular de Liberación de Sudán (SPLA) de John Garang, los ex rebeldes del sur. 
 
El mandato propuesto por Annan es amplio e incluye supervisar y vigilar que  se respete el acuerdo de paz, que puso fin a una guerra civil de 21 años que provocó al menos 1,5 millones de muertos y alrededor de cuatro millones de  desplazados. 
 
También deberá cooperar con los esfuerzos de la Unión Africana (UA) en Darfur, desempeñar tareas de seguridad como la protección de civiles, si fuera necesario, y del personal de Naciones Unidas. También debería participar del  desminado, asistir técnica y políticamente a las autoridades sudanesas, preparar los comicios y promover los derechos humanos, entre otras tareas.
 
Sin embargo, remarcó Pronk, el trabajo de la misión peligra si no se encuentran rápidamente las soluciones a otros conflictos que afectan a Sudán.
 
"Estoy convencido que sin una solución en Darfur, el acuerdo de paz norte-sur no podrá durar", aseguró Pronk a la prensa.