Riggs Bank se declaró culpable el jueves de no haber reportado sospechosas transacciones de dinero en las cuentas de extranjeros, entre ellos el ex dictador chileno Augusto Pinochet, y acordó pagar una multa de 16 millones de dólares.
El Departamento de Justicia ha investigado los manejos del banco de algunas cuentas extranjeras, entre cuyos clientes figuran diplomáticos saudíes en Washington, Pinochet y funcionarios del régimen de Teodoro Obiang, de Guinea Ecuatorial.
Los representantes legales del banco declararon la culpabilidad de la entidad en una audiencia ante el juez federal Ricardo Urbina, quien deberá aprobar la imposición de una multa que fue propuesta. Si rechaza el pago de la sanción, Riggs y la fiscalía deberán renegociar un acuerdo o llevar el caso a juicio.
El banco lamenta lo ocurrido y ha cooperado totalmente con la investigación, le dijo al juez Mark Hulkower, un representante legal del banco.
Riggs, una antigua entidad bancaria de Washington que cobró prestigio por el manejo casi exclusivo de negocios con la comunidad diplomática de la capital estadounidense, fue multado en mayo por 25 millones de dólares por el Departamento del Tesoro.
La sanción fue impuesta en el fuero civil por haber violado la ley que prohibe el lavado de dinero, en su manejo de millones de dólares en las cuentas privadas de diplomáticos saudíes y de funcionarios de Guinea Ecuatorial.
El banco que vendió sus negocios internacionales y con diplomáticos, no admitió haber cometido falta alguna en el caso civil.
Entre las actividades cuestionables del banco reveladas por el Senado, se mencionan:
La apertura de empresas fantasmas en el extranjero por gerentes del banco a favor de Pinochet, cuyo nombre estaba encubierto en algunas de las cuentas a fin de evadir a las autoridades internacionales.
Asimismo, una maleta cargada de millones de dólares en billetes portada por un funcionario bancario que manejaba las cuentas de Guinea Ecuatorial para depositar en una sucursal de Riggs en Washington.
Según un acuerdo al declarar su culpabilidad, el banco quedará sometido a un período de prueba de cinco años durante el cual tendrá que cumplir con programas contra el lavado de dinero a cargo de los reguladores del gobierno.