El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) espera que el tsunami que afectó las costas de varios países ribereños del océano Indico no haga olvidar las tragedias que sufren los niños en otras naciones.
 
La directora ejecutiva de ese organismo, Carol Bellamy, señaló en un informe divulgado hoy por ese organismo que además de los niños víctimas del maremoto, hay muchos otros que también requieren ayuda para hacer frente a desastres naturales, conflictos, epidemias y otras amenazas.
 
Bellamy destacó que la "solidaridad expresada por la comunidad internacional ha sido extraordinaria" mediante "generosas donaciones del público en general, del sector privado y de los gobiernos".
 
"La respuesta a la crisis del tsunami es una muestra clara de lo que la humanidad puede lograr cuando el mundo adopta una visión común", dice Bellmy y apunta que "esa visión común es compartida por Unicef".
 
En su Informe sobre la Acción Humanitaria en 2005, Unicef subraya que su objetivo no es solo "que los niños regresen a la escuela o vayan a vacunarse", sino también "garantizar que un sistema sostenible para la educación infantil y la vacunación (por citar dos ejemplos) pueda permanecer y desarrollarse a largo plazo".
 
La directora de ese organismo subraya que "las vidas de millones de niños y mujeres se encuentran en juego en todo el mundo" y cita como ejemplos más visibles los problemas de la población desplazada en Colombia, de las amenazas por el conflicto en el norte de Uganda, en Nepal y Congo, o el de los huérfanos que deambulan por las calles de Bangui (República Centroafricana) y otras grandes ciudades.
 
Unicef subraya que a finales del año pasado lanzó un llamamiento para hace frente a graves situaciones humanitarias en 19 países y recibió 241 millones de dólares, lo que representa "menos del 60 por ciento de los fondos requeridos".
 
Tras el maremoto, Unicef ha revisado su petición y solicita ahora de la comunidad internacional 763 millones de dólares para el conjunto de sus actividades en el 2005.
 
"Esa cifra refleja la magnitud de la tarea que tenemos por delante", indica la directora de ese organismo que opera en 33 países.
 
Además de las actividades en las zonas afectadas por el maremoto, especialmente Indonesia y Sri Lanka, UNICEF atiende a la población infantil de Corea del Norte, Chad, Angola, Zimbabue, Sudán Chechenia, la República Democrática del Congo, Somalia, Sierra Leona, Uganda, Tayikistán, Burundi o Liberia.