El Livorno se confirmó como la "bestia negra" de la temporada del Milán y con su triunfo (1-0) no sólo frenó al conjunto milanés sino que, además, hizo feliz a un Juventus que ganó en casa al Brescia (2-0) y ahora lidera la clasificación con cinco puntos de ventaja.
La primera jornada de la segunda vuelta, a falta del nocturno Fiorentina-Roma (20.30 hora local/19.30 gmt), fue sorprendente. Y es que a la derrota del Milán en Livorno se unió la casera del tercer clasificado, Udinese, ante el Reggina (0-2).
Pero la gran sorpresa se produjo en Livorno, donde el equipo local, que ya en la primera jornada liguera (11-11-2004) logró un empate en terreno del Milán (2-2), se llevó un triunfo merecido e, incluso, corto.
Pese al prometedor comienzo de los rojinegros, el Livorno, cuyo técnico es el ex milanista Roberto Donadoni, no sólo supo contener a las estrellas rivales sino también causar mil problemas a la segunda defensa menos goleada del campeonato y con nombres del calibre de Cafú, Nesta, Stam y Paolo Maldini.
Tras pedirse la pena máxima sin éxito en una caída de Christiano Lucarelli en el área (m.17) y la respuesta del Milán con un disparo de Kaká al palo derecho (m.21), el Livorno se puso por delante en el marcador con un tanto de Corrado Colombo (m.28).
A partir de ahí, todo fue sufrimiento para un Milán en dificultades ante la buena ubicación, ayudas y contragolpe local. Tanto que, de no ser por el meta brasileño Dida, con excelentes actuaciones (m.45, 47, 63, 68 y 93), el triunfo del Livorno hubiera sido más abultado.
En el Milán no funcionó nada e, incluso, al final se quedó en diez por doble tarjeta de Alessandro Nesta (m.93). El Livorno, con una afición políticamente de izquierdas, derrotaba al equipo propiedad del presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, de centro-derecha. Y le frenaba de golpe una remontada que le llevó a estar a dos puntos del Juventus.
Justo en Turín, el Juventus celebró tanto su triunfo ante el Brescia como la derrota del Milán.
El equipo turinés se volvió a presentar sin su capitán Alessandro Del Piero, que estuvo todo el tiempo en el banquillo, lo que dio lugar a que aficionados juventinos durante algunos pasajes del partido silbasen al técnico Fabio Capello y pronunciasen el nombre del anterior entrenador, Marcello Lippi.
Pero a Capello la jugada le salió bien, pues alineó en ataque al francés David Trezeguet junto al sueco Ibrahimovic y ambos fueron los principales actores del 2-0. Así, dos jugadas con buenos pases del segundo trajeron el gol del galo (m.12) y la desviación a propia meta de Domizzi (m.43) que sentenciaba las cosas.
En la segunda mitad, el Juventus estuvo más pendiente de Livorno y se dejó ir. El único lunar de hoy para el club turinés fue la lesión del checo Pavel Nedved (m.72), que hubo de retirarse y aún no se sabe el alcance del problema.
El Udinese se dejó en casa una gran ocasión para reafirmarse en la tercera plaza y poner distancia con su perseguidor Inter de Milán, que el sábado cedió un empate casero ante el Chievo Verona (1-1).
El conjunto friuliano cayó ante un Reggina (0-2) que le sorprendió con buen juego y anotó con Bonazzoli (m.38) y Borriello (m.91).
El Lazio-Sampdoria (1-2) prácticamente se decidió en los primeros instantes, en los que el equipo genovés anotó sus dos goles: Kutuzov, a los 22 segundos de juego, y Flacchi (m.4, de penalti).
Luego, el Lazio falló una pena máxima con Paolo Di Canio (m.9), corrió riesgo de ser goleado, descontó con Rocchi (m.62), pudo igualar, pero también encajar el tercer tanto visitante. Al final, todo se cerró con el 1-2, que lanza al Sampdoria a la quinta plaza y deja en apuros al conjunto romano.
Un gol del búlgaro Valeri Bojinov (m.33) dio el triunfo casero al Lecce sobre el colista Atalanta, al igual que uno de Di Napoli se lo dio al Messina ante el antepenúltimo Parma.
El empate de la tarde llegó en el Siena-Palermo (0-0), que se jugó a partir del descanso bajo la nieve.