Cuba, productora de hojas de tabaco de primera calidad, se sumó a las naciones que combaten el hábito de fumar y emitió una reglamentación para prohibir hacerlo en lugares cerrados y hasta desmontará las máquinas expendedoras de cajetillas.
Teniendo en cuenta el daño para la salud humana del consumo de cigarros y tabacos y con el objetivo de contribuir al logro de cambios de actitudes en nuestra población se decidió a limitar estos productos, indicó la resolución del Ministerio de Comercio Interior.
La norma fue publicada en Gaceta Oficial, pero no ha sido mencionada por la prensa cubana, en manos del Estado. Entrará en vigor el 7 de febrero.
Desde entonces se suspenderá la venta de cigarros a menores de 16 años y en tiendas a menos de 100 metros de los centros educativos. Además se prohibirá fumar en locales cerrados, salones, teatros, cines, autobuses, taxis, cafetería y restaurantes.
Con vistas a lograr un movimiento de respeto al derecho del no fumador, manifestó el texto.
Tampoco se tolerará este hábito en el personal de salud y de la educación. En los centros de trabajo, que no pertenezcan a estas dos esferas, sólo se permitirá un área al aire libre a donde vayan quienes consuman cigarros.
Se prohíbe la utilización de máquinas automáticas expendedoras de cigarrillos en el territorio nacional, agregó la resolución.
Paralelamente, se iniciarán campañas de publicidad para desestimular el uso del tabaco y se pondrán nuevas leyendas en las cajetillas.
Sin embargo la normativa no cancela el derecho de los cubanos a recibir cigarrillos con la libreta de abastecimiento, un documento que les permite comprar productos de manera subsidiada.
Estadísticas indicaron que al menos cuatro de cada 10 cubanos consume tabaco, sólo un poco menos que en las pasadas décadas pese a las campañas de prevención.
Símbolo de la cubanía, la fuma, como se le decía antiguamente en la nación caribeña, está enraizada en las tradiciones y las costumbres isleñas, al punto que el propio presidente Fidel Castro fue un reconocido fumador durante años, hasta que dejó el hábito en la década de los 80.
Paralelamente, los habanos son un rubro de exportación y un negocio de 200 millones de dólares.
En Cuba fallecen anualmente 15.000 personas por cánceres prevenibles y el 30% de los casos está relacionado con el tabaquismo.