El líder rebelde Rodrigo Granda, cuya captura tiene sumidos en una profunda crisis diplomática a los gobiernos de Bogotá y Caracas, estaba incluido en el listado de la Interpol desde enero de 2004, según dijo una fuente de la Casa de Nariño (sede presidencial).
 
Según la fuente, la oficina de Interpol en Colombia expidió un documento  -fechado el 5 de enero de 2004- alertando sobre la presencia de terroristas  colombianos en el exterior y pidiendo a los distintos gobiernos del continente  informar "si se tiene conocimiento de la presencia de estas personas en su  país, así como de sus actividades y contactos".
 
Según la fuente, si bien Granda no tenía orden de captura, si estaba  incluido en el listado por "ser contacto entre los grupos terroristas FARC y  ETA".
 
El gobierno de Chávez ha dicho que nunca informó sobre la presencia de Granda en su territorio porque no era requerido por la Interpol.