Estos objetos son una opción para la familia, los fines de semana, pero se deben tomar precauciones, especialmente con los niños.
Ante la falta de recursos para instalar una piscina propia, pagar una membresía en un club donde se pueda disfrutar de un baño en una de ellas, o de cubrir los gastos para viajar a la playa, existe un recurso que puede costar hasta cuatro dólares: Las piscinas inflables.
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En las últimas semanas debido al intenso calor, en la ciudad se ha popularizado la venta de estos artículos. Juan Carlos Mina, de 27 años, es uno de esos vendedores y recorre la ciudad, especialmente el casco comercial para promocionar sus piscinas de diferentes colores, diseños y tamaños.
“Generalmente quienes van en su carro son los mejores clientes”, señaló.
El fin de semana pasado, dos familias se reunieron “a disfrutar del sol y refrescarse del calor” en el Guasmo. Los adultos, Avelino Figueroa y Manuel Delgado, se trasladaron a la Playita del Guasmo. Sin embargo, sus niños se quedaron con la abuelita para divertirse en un piscina inflable en la acera de la casa.
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Pese a que en el sector hay dificultades con el agua porque la presión es mínima, ellos se las ingeniaron para llenar la piscina con el reservorio que tienen.
En otro sector de la ciudad, el mismo día Noralma Ayala, quien es dueña de una vulcanizadora, ubicada en la avenida José Vicente Trujillo y Esmeraldas, sacó su piscina hasta la calle, debido a que, por su dimensión, no pudo colocarla en la acera ni dentro de su casa. En ella se bañaron sus hijos y otros amigos del barrio (en total diez niños).
Este grupo se divirtió sin medir el peligro que representaba el estar cerca de la bajada del paso a desnivel de la Vicente Trujillo.
Precauciones
Rosa Cevallos, quien vive en los Almendros, coloca la piscina en el patio para que su hija, Diana Saltos, de tres años, juegue cada vez que hace sol, pero la supervisa constantemente, mientras alterna las labores domésticas.
Cevallos comenta que no llena la piscina en su totalidad como medida de seguridad para evitar que se ahoguen sus niños.
Fernando Silva, otorrinolaringólogo pediátrico, explica que los niños, luego de los baños en las piscinas, sufren de dolor de oídos.
Esta afección se denomina, según indica, otitis externa, que es una de las enfermedades más comunes por el uso de piscinas.
Para prevenirla, expresa, se debe cambiar el agua cada vez que la use para evitar la acumulación de hongos y bacterias.
Jeny De Mori, pediatra, sugiere también que hay que procurar que no beban el agua de la piscina, especialmente si hay niños pequeños que pueden depositar sus excretas en el agua. Esta es una de las principales causas de enfermedades estomacales, recalca.
Piscinas
Costos
Las encuentra en diversos precios, según el material, tamaño y diseños. En la calle las venden desde 4 dólares (2 personas), hasta 15 dólares (6 personas). En los centros comerciales el precio llega hasta los $ 150 (10 personas).
Otras opciones
Existen varios complejos deportivos con piscinas a las que puede acudir libremente, como la del Club Emelec, en el Centro de Artes y Oficios, ubicado en Guaranda y Venezuela. La atención es de lunes a viernes, de 10h30 a 15h00 y sábados y domingos, de 10h30 a 17h00. El costo por niños de hasta 11 años es de $ 1, y en adelante, $ 2.
Cursos
En la piscinas olímpicas ubicadas en la Cdla. La Pradera y en José Mascote 1103 entre Luque y Vélez ofrecen cursos vacacionales de natación. Información al teléfono 251-8998.