Los pobladores locales huyeron de las zonas costeras de india, Sri Lanka y Tailandia, luego de que se emitieran este jueves alertas sobre nuevos tsunamis, mientras pilotos en Indonesia dejaban caer alimentos sobre poblaciones rodeadas de colinas, aisladas luego del maremoto del domingo. La Cruz Roja mientras tanto señalara que el saldo de muertos en las 11 naciones afectadas podría superar los 100.000.
 
Las acciones de ayuda en las zonas afectadas por el sismo de magnitud 9,0 conseguían avances, con los equipos de rescate encontrándose poblaciones arrasadas donde los sobrevivientes dependen solamente de los cocos para alimentarse.
 
El saldo de muertos es cercano a los 85.000, con Indonesia la nación más afectada, seguida de Sri Lanka, India y Tailandia. Con decenas de miles de personas todavía desaparecidas, esa cifra con seguridad se incrementará, temiéndose además que una serie de enfermedades causadas por el agua anegada y el número de cadáveres complique aún más las cosas.
 
El gobierno indio emitió una alerta de tsunamis alrededor del mediodía del jueves, luego de una serie de secuelas sísmicas en el Océano Indico, aunque no hubo señales inmediatas de mares turbulentos.
 
El ejército de Sri Lanka le dijo a la gente que no fuera presa del pánico, pero se mantuviera alerta, mientras la gente buscaba refugio en los techos de sus casas y terrenos altos.
 
Alertas de tsunami en el sur de Tailandia provocaron que la gente huyera a toda prisa de las playas, pero solamente hubo pequeños oleajes.
 
Mientras tanto, barcos y aviones llevaban muy necesitadas provisiones a la devastada costa de Sumatra, la isla indonesia más cercana al epicentro del maremoto del domingo. Incontables cadáveres están pudriéndose en las calles bajo el sol tropical, causando una pestilencia casi insoportable.
 
Los envíos de provisiones, principalmente sopas instantáneas y medicinas, se iniciaron en la zona costera, donde algunas zonas   son difíciles de alcanzar porque están rodeadas de acantilados, dijo Budi Aditutro, jefe del equipo de ayuda del gobierno.
 
En las calles de Banda Aceh, capital provincial en Sumatra, han empezado a darse enfrentamientos por los paquetes de alimentos dejados caer por las naves militares.
 
Creo que la frustración crecerá en los siguientes días y semanas, dijo el subsecretario para Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, Jan Egeland.