El número de muertos por el maremoto registrado en el Golfo de Bengala alcanza ya los 77.000 y podría superar los 100.000, indicó hoy el director de operaciones de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, Paul Rees.
El experto de operaciones de ese organismo, Paul Rees, señaló que además hay hasta el momento más de 508.000 personas heridas y otras 161.000 sin hogar en lo que parece ser una de las mayores catástrofes de las últimas décadas.
Aunque avanzó la cifra de 77.000 víctimas mortales, Rees precisó que hasta el momento dispone de la confirmación de un total de 68.826 muertos en Indonesia, Sri Lanka, India, Birmania, Tailandia, Malasia, Somalia y en Maldivas.
La Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja lanzó hoy un llamamiento por valor de 59 millones de dólares para proporcionar ayuda de emergencia a dos millones de personas afectadas durante los próximos seis a ocho meses.
Rees señaló además que es previsible la "falta de coordinación durante las dos próximas semanas" para atender al elevado número de víctimas del maremoto.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha establecido una dirección de Internet para favorecer que las personas con familiares en la zona puedan recibir información.
Se trata de la dirección www.familylinks.icrc.org que de momento ofrece información limitada y que en los próximos días espera ser un centro de información para los familiares de los desaparecidos.
Mientras tanto, Estados Unidos aumentó su ayuda a US$35 millones, el doble de lo que ofreció inicialmente. Dos de sus barcos de guerra con cerca de 15.000 soldados se dirigen a la zona como parte del gigantesco esfuerzo de rescate.
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Muchos otros gobiernos y organizaciones también están enviando suministros.
En los países afectados, los equipos de rescate intentan llegar a las poblaciones afectadas
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El sismo de 9,0 en la escala de Richter se produjo frente a la costa de la isla indonesia de Sumatra y provocó enormes olas que llegaron hasta las costas de África.
Indonesia, Sri Lanka, India y Tailandia se encuentran entre los países más afectados.
La ONU admitió que enfrenta un reto sin precedentes para coordinar la distribución de ayuda.
Alcance de la tragedia
Un avión de la fuerza aérea australiana con equipos médicos y suministros aterrizó en Sumatra.
También está llegando ayuda a Sri Lanka el país peor afectado por la tragedia después de Indonesia.
Un equipo de la ONU ya está en la isla ayudando a coordinar los esfuerzos de rescate. Sin embargo, un enviado de la BBC a la costa sur del país señala que se trata de una tarea de enormes dificultades logísticas.
Los rebeldes Tigres Tamiles, que controlan muchas partes de las costas afectadas, dicen que no han recibido ayuda de las autoridades.
Por su parte, el gobierno de Sri Lanka hizo un llamado para dejar a un lado las divisiones y concentrarse en la reconstrucción del país.
En toda la región siguen apareciendo cadáveres en las playas y entre los escombros de los edificios.
En India, Indonesia y Sri Lanka las víctimas están siendo enterradas lo más rápido posible en enormes fosas comunes y los hospitales y las agencias de asistencia intensifican sus esfuerzos de rescate al máximo.
Algunas poblaciones de las naciones afectadas por el desastre aún no han sido alcanzadas por los equipos de rescate.
Sin embargo, a medida que los equipos de rescate descubren más cadáveres, comienza a verse el verdadero alcance de la devastación provocada por el tsunami.
El número oficial de muertos en Indonesia es de 32.828. Sin embargo, el vicepresidente del país calcula que la cifra es realmente de aproximadamente 40.000.
En las Maldivas fueron aplazadas las elecciones parlamentarias programadas para el viernes y el gobierno advirtió que el costo del desastre podría exceder el Producto Interno Bruto (PIB) de la nación.
Funcionarios indios señalaron que se teme que cerca de 7.000 personas murieron en las islas de Andama y Nicobar. Se cree que sólo en la isla de Car Nicobar desapareció el 20% de la población.
Los cadáveres de más de 700 personas, en su mayoría turistas extranjeros, fueron encontrados en el balneario tailandés de Khao Lak. El gobierno señaló que el número de muertes en Tailandia puede pasar de 2.000.
La Unicef advierte que hasta una tercera parte de las víctimas podrían ser niños.