Desde la tarde del pasado 24 de diciembre, María Isabel Morán reclama justicia por la presunta violación de su hija, ocurrida hace siete años (actualmente la niña tiene 10), al pie del Palacio de Justicia. Hasta hoy lleva cinco días sin ingerir alimentos; solo bebe agua, gaseosas y suero hidratante a través de sus venas.

“Resistiré aquí, porque no aguanto más la injusticia. Me declaré en huelga de hambre hasta que venga la Primera Dama, y los ministros jueces de la 1ª Sala de lo Penal de la Corte Superior de Guayaquil, confirmen el  llamamiento a plenario en contra de Marco Gallardo Romero, quien (supuestamente) abusó de mi hija”. 

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La mujer no se encadenó ayer porque dijo que se sentía débil y con mareos.
Sobre la vereda de la avenida 9 de Octubre, junto a la puerta del Palacio de Justicia, se mantenía un viejo colchón en el que ha dormido cuatro noches con sus tres hijos, incluida la niña que fue supuestamente abusada sexualmente.

En el sitio está un vetusto televisor de 14 pulgadas, una poma de agua y un tacho plástico para la ayuda monetaria. Helia, su hermana, la apoya en la recolección de firmas para enviarlas a la Primera Dama, Ximena Bohórquez.

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Adeodato Valencia, defensor de Marco Gallardo, acusado de la presunta violación de su hija, alegó ayer que “las proclamas de esta mujer son falsas y solo tienen fin económico”, ya que según dijo el abuso no se ha probado.