Al menos una persona resultó muerta y varias más heridas en una explosión ocurrida este martes, en una fábrica de acero en el estado norteño indio de Utaranchal, informaron fuentes oficiales.
 
El incidente tuvo lugar esta mañana en la fábrica de acero en el pueblo de Kashipur, donde se encontraban varios trabajadores de la construcción, de los que uno falleció y algunos resultaron lesionados por la fuerte explosión.
 
Según afirmó el jefe de la administración local, Sunder Lal Muyal, la potencia de la explosión rompió los vidrios de los edificios cercanos.
 
Los principales informes señalan que el accidente puede haber ocurrido al explotar un cohete que se encontraban en la fábrica, y Muyal aseguró que se ha iniciado una investigación sobre el incidente.
 
Desde el pasado octubre, la Policía india se ha incautado de cientos de obuses, bombas, cohetes, minas, morteros y otro tipo de munición, incluidos varios misiles antitanque, abandonados en ríos, parques, vertederos y otros lugares públicos, según los medios locales.
 
Los explosivos empezaron a aparecer después de una explosión de una bomba, el pasado 30 de septiembre, en una fábrica de acero en la localidad de Ghaziabad, cerca de Nueva Delhi, en la que fallecieron diez personas.
 
La bomba se encontraba entre un cargamento de chatarra importado de Irán y explotó al ser manipulada por uno de los trabajadores de la fábrica.
 
Desde esa explosión, apareció gran cantidad de munición en diversos estados indios, casi siempre cerca de fábricas de acero.
 
Se sospecha que la mayor parte de este material llegó a la India en los cargamentos de chatarra que importan los productores de acero de países del Golfo Pérsico, y se ha confirmado que varias de las bombas proceden de Iraq.
 
Fuentes de las aduanas explicaron que la mayoría de las importaciones de chatarra proceden de Iraq, pero llegan a la India a través de Irán con certificado de origen de este último país, por lo que las autoridades indias tienen dificultades para controlar su importación.
 
El Gobierno indio anunció en octubre el endurecimiento de la legislación relativa a la importación de chatarra metálica, por lo que la India sólo podrá importar metales en forma compacta o triturados y exigirá además documentos adicionales que acompañen a la carga.