Para evitar posibles “deslealtades”, el presidente de la República, coronel Lucio Gutiérrez, anunció que propondrá que el vicepresidente de la República sea designado y destituido por el jefe del Estado.
 
En una entrevista concedida a Telesistema la noche del martes, Gutiérrez indicó que esa propuesta será incluida en un proyecto de reforma política que presentará al Congreso Nacional y cuya aprobación dependerá de una consulta popular que se realizará en el primer trimestre del 2005.
 
"En la propuesta de reforma política consta que el vicepresidente de la República sea de libre designación y remoción" por parte del primer mandatario, insistió Gutiérrez, al responder a preguntas sobre un posible distanciamiento entre los dos más altos cargos públicos del país.
 
Las declaraciones de Gutiérrez se dan luego de que el vicepresidente Alfredo Palacio ha realizado diferentes críticas a los cambios que ha realizado el régimen. En entrevista con diario EL UNIVERSO, el domingo señaló que "el país se va al diablo" al comentar sobre la grave situación política y social que afronta Ecuador.
 
No solo la coyuntura política preocupa al Vicepresidente. Él sostiene que cuando se producen rupturas constitucionales es necesario rectificar con urgencia. A su criterio, todo es producto de la inequidad, de que no se invierte en salud, educación ni en producción.

Palacio no considera que se deba convocar a una consulta popular para superar el problema. Sostiene que una comisión de constitucionalistas en doce horas puede tener un análisis y junto con organizaciones sociales mostrar el camino para salir de la crisis.
 
Esas declaraciones se dieron en un momento en que el Gobierno afronta una dura pugna con la oposición, desde que la mayoría parlamentaria afín al Ejecutivo decidiera destituir a los jueces de la Corte Suprema de Justicia y designar a sus sucesores.
 
La oposición calificó a esa maniobra de "inconstitucional" y acusó a Gutiérrez de impulsar ese tipo de “artilugios políticos” para controlar a todas las instituciones del Estado.
 
En medio de esas acusaciones, Palacio dijo que el desconocimiento de la ley "expone a los pueblos a diversos niveles de tiranía y a una irremediable servidumbre".
 
No obstante, la oposición ha insistido en atribuir a Palacio la frase de que "el país se va al diablo", para advertir la posible ruptura en la cabeza del Ejecutivo.
 
Ante esa situación, Gutiérrez insistió en que propondrá cambiar el sistema de designación del vicepresidente, que actualmente se elige en los comicios presidenciales, mediante fórmula electoral con el candidato a la jefatura del Estado.
 
Aunque Gutiérrez niega que mantenga diferencias insostenibles con Palacio, aseguró que su propuesta de reforma se basa en algunos episodios de la historia reciente del país, en los que los vicepresidentes alcanzaron la jefatura del Estado tras la caída del poder de los mandatarios titulares. El más reciente fue en 2000 cuando el entonces vicepresidente Gustavo Noboa asumió el primer mandato cuando su binomio Jamil Mahuad fue destituido.
 
"La historia así lo exige", añadió Gutiérrez al justificar su propuesta y descartó que el país se encuentre al borde de una crisis, como la oposición asegura que piensa el vicepresidente Palacio.
 
El jefe del Estado pretende enviar al Congreso su reforma política, a más tardar en enero, cumpliendo un paso para pedir al Tribunal Supremo Electoral que llame a un plebiscito sobre su propuesta.