Las autoridades afganas quieren explotar turísticamente las montañas de Tora Bora, donde estuvo refugiado Usama Ben Laden, el terrorista más buscado del mundo.

Así lo señaló ayer el diario británico The Daily Telegraph, que cita al responsable del turismo afgano, Hassamuddin Hamrah, según el cual las cuevas en las que se escondió Ben Laden y los restos de los carros de combate y helicópteros rusos que combatieron allí pueden ser un poderoso imán para los visitantes extranjeros.

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Hamrah está, sin embargo, preocupado porque mucho de ese viejo material está desapareciendo rápidamente por culpa de grupos de chatarreros que entran desde Paquistán para llevárselo y venderlo.

“Tenemos planes para convertir en una gran atracción turística las cuevas de Tora Bora. Hay muchos estadounidenses que quieren viajar allí”, explicó Hamrah.

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Según el responsable afgano, su principal problema es que no hay dinero público para esa empresa, por lo que se ha decidido pedir ayuda al sector privado.

Ese complejo de cuevas y búnkeres lo crearon los muyahidín en el ochenta y el propio Ben Laden se encargó luego de ampliarlo en la década siguiente. En octubre del 2001, las cuevas fueron bombardeadas por la aviación estadounidense, que utilizó bombas incendiarias.