El portavoz del primer ministro Ayad Alaui dijo este sábado que el gobierno está decidido a efectuar las elecciones el 30 de enero a pesar de las exhortaciones de políticos suníes para postergarlas seis meses debido al deterioro en la seguridad.
Unos 17 políticos suníes pidieron el viernes al gobierno que posponga las elecciones, en parte para convencer a clérigos de ese mismo sector religioso a que abandonen su solicitud de un boicot y para permitir a las autoridades incrementar la seguridad en las casillas electorales.
Sin embargo, la constitución interina y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas han ordenado la celebración de elecciones para fines de enero, con el fin de cumplir con las exigencias de los líderes religiosos de la mayoritaria comunidad chiíta, que desde los primeros meses de la ocupación militar encabezada por Estados Unidos han estado insistiendo en la necesidad de convocar a elecciones.
Como les dije antes, el gobierno iraquí está determinado a efectuar las elecciones en la fecha preestablecida, dijo el portavoz Thair al-Naqib a periodistas. El gobierno iraquí encabezado por el primer ministro está exhortando a todos los sectores del pueblo de Iraq a que participen en las elecciones, y a que con ello contribuyan a construir un país democrático sólido.
Al-Naqib dijo que los boicots no le sirven al país ni al futuro de Iraq, y esperamos que ningún partido convoque a efectuar uno.
El vocero dijo que Alaui se toma en serio la responsabilidad que le encomendaron la constitución interina y el Consejo de Seguridad para efectuar elecciones a fines de enero.
El primer ministro comprende profundamente la importancia de esta opinión para retrasar los comicios, pero también entiende la insistencia de otros partidos políticos y personajes nacionales para que las elecciones se realicen en la fecha programada, agregó.
Se refería, entre otros, a la jerarquía del clero chiíta del país, que ha insistido en que las votaciones se efectúen de acuerdo a lo previsto.
Al-Naqib dijo que la comisión electoral le había asegurado a Alaui que está lista para realizar los comicios el 30 de enero, a pesar de la crisis de seguridad en sectores suníes del centro, el norte y el oeste de Iraq.
Por otro lado, unos 100 insurgentes atacaron el sábado el ayuntamiento y dos cuarteles de policía en Jalis, a 65 kilómetros al norte de Bagdad, informó el funcionario municipal Saad Ahmed Abbas.
Ocuparon la ciudad durante algún tiempo, dijo Abbas, y agregó que soldados estadounidenses y fuerzas de seguridad iraquíes recuperaron el control después de un tiroteo de dos horas.
Ghassan al-Jadran, vicegobernador de la provincia de Diyala, dijo que un policía resultó herido y varios insurgentes murieron.
El mismo sábado, un soldado estadounidense murió cuando una bomba explotó junto a un camino cerca de una patrulla, a unos 65 kilómetros al norte de Bagdad, informó el ejército. El ataque a la patrulla de la 1ra División de Infantería ocurrió cerca de Duluiya. Un tanque M1 Abrams también resultó dañado.
En Bagdad, tres civiles murieron y una decena quedaron heridos en distintos ataques con bomba dirigidos a caravanas estadounidenses.
En el pueblo de Buhriz al norte de la capital, un funcionario del Partido Comunista Iraquí fue asesinado por atacantes no identificados, dijo un portavoz del organismo político.