Las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) continuaron ayer con la desmovilización de otros 280 combatientes de sus ejércitos ilegales que entregaron sus armas en la zona bananera de Antioquia.
El repliegue se realizó en Urabá, una estratégica región del noroeste del país, con un largo historial de violencia.
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Las AUC han prometido desmovilizar 3.000 combatientes y entregar sus armas antes de fines de año para impulsar el proceso de paz con el gobierno. Se prevé la entrega de 19.000 efectivos para antes de diciembre del 2005.
Los paramilitares desmovilizados serán fuertemente custodiados por fuerzas del Estado mientras se los identifica.
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Los que no tengan deudas pendientes con la justicia se reincorporarán a la vida civil con dinero y capacitación.
Pero no hay un acuerdo de paz duradero, pues el gobierno busca que el Congreso apruebe una propuesta de ley de amnistía.
La zona bananera de Urabá fue escenario en las dos últimas décadas de una sangrienta guerra entre las AUC y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por el control de este corredor estratégico para el tráfico de armas y drogas desde y hacia Centroamérica.
Colombia está con intensa presión para que los narcotraficantes dentro de los grupos paramilitares no evadan la acción de la ley y que autores de crímenes de lesa humanidad no queden impunes.
Los líderes paramilitares tampoco entregan todo su poder pues exigen no cumplir largas condenas en Colombia y no ser extraditados a EE.UU. Salvatore Mancuso, uno de los máximos dirigentes de las AUC, está pedido en extradición, pero debido a que negocia tiene garantía del gobierno de que no será extraditado.
Murió jefe de FARC
El jefe guerrillero de uno de los frentes más activos de las FARC cayó abatido ayer en un enfrentamiento con unidades oficiales al suroeste del país.
Humberto Valbuena Morales había asumido el mando del frente de guerra Teófilo Forero, de las FARC, el año pasado, luego de la muerte de alias el Mocho en combates con la fuerza pública.