Por 42 días seguidos los habitantes del cantón Girón realizan ritos y celebraciones.
A las cinco de la mañana comenzó el movimiento el sábado 6 de noviembre. Era la segunda semana de las seis que se dedican a la fiesta de toros en honor al Señor de Girón. En este periodo se piden bendiciones para los emigrantes de la zona que se embarcan en viajes ilegales a Estados Unidos.
La celebración más esperada es la del sábado por la corrida del toro más bravo destinado al desposte, los ritos, el reparto de trago fuerte (guanchaca) y la procesión hasta el templo del pueblo.
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El origen de la fiesta es de hace 150 años, cuando los habitantes de este cantón ofrecían dones a la imagen de Jesús crucificado en épocas de sequía para obtener las lluvias. Sin embargo, en la última década las intenciones se modificaron hacia los emigrantes, refiere el vicario del cantón, José Miguel Uzhca.
Las festividades se concentran especialmente en tres sitios del cantón: la casa del prioste principal, llamada Fiestaalcalde, y las viviendas de los dos priostes auxiliares, denominadas incierro izquierdo e incierro derecho.
En el barrio San Juan de Pamba estaba ubicado el incierro izquierdo, de la semana. Desde allí se soltó al toro más fuerte al cual los guías –hombres fuertes, designados por los organizadores de la fiesta– debían seguir por el sector y sin ninguna protección, doblegarlo y darle muerte.
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El primer borbotón de la sangre de la yugular del toro lo bebieron los priostes.
Es uno de los ritos de la fiesta, que si no se cumple la celebración se detiene.
Luego con destreza, María Pulla, de 58 años, y Cristina Vivar, de 60, extrajeron la médula espinal y la piel del toro, símbolos del siguiente ritual.
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Los guías y las platilleras colocaron la médula en el cuello del prioste y el cuero fino en la espalda de la mujer principal.
Danzantes y disfrazados intercambiaron botellas de guanchaca y brindaron a las amistades. Todos tienen que tomar, si alguien se negara se lo considera un desprecio.
Con el resto del cuero se elabora la vaca loca. La gente que participa en la fiesta en los incierros derecho e izquierdo se reúne para llegar a la casa del Fiestaalcalde. Allí los ritos se repiten e inicia la procesión hasta la iglesia del pueblo.
Del 24 de octubre al 4 de diciembre se celebra la fiesta. Cada semana –de miércoles a miércoles– hay tres parejas de priostes, quienes generalmente residen en EE.UU. y viajan a Ecuador en esta época, encargados de los gastos, que pueden llegar a 3.000 dólares.
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Rosa Loja y su hijo José Luis asumieron como priostes del incierro izquierdo en la segunda semana; Eriberto Cochancela y su esposa Floresmila Ordóñez, del derecho; y Claudio Tarma y su esposa Julia Melgar, la Fiestaalcalde.
Ritual diario
LUNES
Cada pareja de priostes mata un toro para alimentar a todos los colaboradores.
MARTES
Preparan queso, manjar de leche y pan de dulce, con la materia prima que pobladores de este cantón –y en ocasiones de vecinos– les entregan y a cambio reciben una merienda.
MIÉRCOLES
Las tres parejas de priostes, sus familias, invitados y visitantes van a la iglesia de Girón y luego de una misa regresan con la autorización para velar en sus casas a la imagen.
JUEVES
Preparan comida para los visitantes, más de 100 en cada casa de priostes, con baile y brindis.
VIERNES
Los guías cortan y acarrean leña para preparar comida, improvisan fogones con enormes ollas y canastas donde se deja reposar el mote, ensaladas, maduros y carne.