Mi familia poseía una empresa pequeña que está en estado de liquidación. Recibimos una notificación de clausura y mi madre de 67 años de edad, al día siguiente de eso fue al SRI (Servicio de Rentas Internas) a ver cómo arreglaba el problema, pero no fue atendida ni educada ni eficientemente.

El fedatario clausuró la casa de mi madre, donde viven mis padres, mi hermano y mis sobrinos de 3 años y 5 meses. Me comuniqué con el SRI para intentar entender lo que pasaba. Las primeras tres personas con las que hablé, de una educación fantástica, me explicaron que el problema era con cierto fedatario. Me comuniqué entonces con un supervisor y entendí por qué fedatarios se portan así, ya que ciertos supervisores se portan peor, gritando y uno no entiende nada. Nunca entendieron que la empresa está en liquidación, que no existe ya ningún almacén ni bodega, y que lo que clausuraron es una puerta por donde sale mi sobrino a la guardería.

¿Será que por una deuda de $ 100 de impuesto movilizan tanto? No hay, al parecer, a quién recurrir por ayuda, al SRI. Espero que los $ 100 que envié a pagar, sirva de algo.

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Ing. Francisco Endara C.
Guayaquil