La tensión reinaba el sábado en la región separatista georgiana de Abjasia en torno a las sedes del gobierno y de la televisión, al día siguiente de que se anularan los resultados de las elecciones  "presidenciales" del pasado 3 de octubre.
 
El ministro de Defensa de Abjasia, Viacheslav Eshba, anunció por la noche que había decretado el estado de alerta. Su decisión se debe a "informaciones  seguras" de que las fuerzas georgianas se están concentrando a las puertas del territorio independentista con vistas a invadirlo "aprovechando la difícil situación política" reinante.
 
Antes, unos hombres armados que dijeron pertenecer a la oposición se apostaron en torno al edificio de la televisión, cuya emisión fue interrumpida la víspera al igual que las de la radio y los canales rusos, según la agencia  Itar-Tass.
 
Esa acción fue reivindicada por el candidato opositor Serguei Bagapch, que denunció la anulación "ilegal" de los comicios que anunció el viernes el "presidente" saliente Vladislav Arzinba.
 
La Corte Suprema de Abjasia anuló los comicios, en los que venció Bagapch frente al candidato del poder respaldado por Moscú, "debido a las numerosas infracciones cometidas durante la votación", y ordenó la celebración de nuevas  elecciones dentro de dos meses.
 
Las elecciones en ese territorio georgiano, que en la práctica es independiente desde el conflicto armado de 1992-1993, no eran reconocidas ni  por Georgia ni por la comunidad internacional.