Los Burdet Cedeño recibieron  ayer una  pena de 25 años por tenencia y suministro ilegal de drogas a menores.

Marihuana (en vez de orégano) en las pizzas, y cocaína en polvo sobre el canguil, ponían Jorge Burdet Cedeño y Marina Concepción Cedeño Aguirre para darles de comer a las niñas que violaron hasta octubre del 2003 en Galápagos.

A esta conclusión llegó el médico Eduardo Sandoval Villamar, jefe de Toxicología del Instituto Nacional de Higiene, Leopoldo Izquieta Pérez, luego de analizar la sangre y orina de siete niñas de las casi 50 que fueron abusadas por esta pareja de 43 años, detenida en la Penitenciaría del Litoral.

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Los exámenes dieron resultado positivo sobre la existencia de marihuana y cocaína.

Sandoval insistió que no puede haber error “porque las muestras están allí y arrojaron ese resultado”. Agregó que “la droga es absorbida por el organismo según la cantidad y forma en que se la administra, y que se forman en el interior metabolitos (materias) que pueden permanecer mucho tiempo en el cuerpo humano.

Según el médico la marihuana y cocaína fueron suministradas con otras sustancias contenidas en pastillas, como es la benzodiazepina (calmante), y que al dárselas en los alimentos, pudieron producir estimulación sexual.
Además, que la benzodiazepina es un calmante que deprime la voluntad y que administrado en dosis altas puede causar la muerte por paro respiratorio.

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El toxicólogo dijo que encontró cocaína y benzodiazepina en la niña de 3 meses de edad, que fue violada. Exclamó que en los 21 años de trabajo en el Instituto de Higiene, es el único caso que conoce.

La versión de una madre refiere que su hija de 6 años le confesó que tanto Jorge Burdet como Conchita (como conocían a Marina Concepción Cedeño) le ponían a la comida un polvo blanco que parecía talco. También, que mezclaban ese polvo con las medicinas que le daban, y que Conchita le decía que eso era para que le cure la garganta (afectada por las violaciones).

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La niña reconoció, durante la audiencia de juzgamiento en el 5º Tribunal Penal del Guayas, a Jorge Burdet como el sujeto que la violaba y hacía lo mismo con las otras que iban a ensayar las clases de baile en Fantasía Latina, en su casa ubicada en el barrio la Alborada, de Puerto Ayora, del cantón Santa Cruz.

Una chica de 10 años declaró que Burdet y su esposa las llevaban a jugar y luego les mostraban figuras obscenas, les daban de comer pizza con algo que parecía orégano, y agua de coco y caramelos con un sabor agrio que les causaba náuseas, dolor de cabeza y mareos. Luego, dijo que Burdet las tocaba y violaba.

La niña de 14 años, que trabajó como empleada de los Burdet, por más de un año, indicó que vio cuando Burdet violaba a las menores y que a ella le hicieron lo mismo, y que Conchita filmaba. También, que en esa casa preparaban comida y pizza, y que al momento de servir le ponían un polvo blanco que guardaban en unas fundas plásticas debajo del cilindro de gas. Ese polvo lo llevaba Jorge Burdet, afirmó al rendir su versión.

La madre de una niña de 14 años, declaró que su hija antes de ingresar a Fantasía Latina era bien educada, y que luego se volvió agresiva y desobediente. Dijo que la chica solo dormía de día, que le dolía la cabeza, y que hasta hace un año tenía los ojos vidriosos. También confesó que como se afectó de la garganta, un médico le recetó un jarabe de color rosado, y que Conchita le daba otro de color amarillo.

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Similar testimonio rindió la madre de otra niña de 10 años. Dijo que antes esta se portaba bien y que cuando frecuentó la casa de Burdet se tornó agresiva.

El 5º Tribunal Penal condenó ayer a los esposos Jorge Burdet Cedeño y Marina Concepción Cedeño Aguirre, a 25 años de reclusión mayor especial, por concurrencia de delitos (tenencia ilícita de drogas y suministro ilegal de estupefacientes).