El presidente Hugo Chávez ofreció este domingo dos opciones a los terratenientes de Venezuela: o negocian con el gobierno para compartir las tierras improductivas o las van a perder.
 
Declarando una "guerra contra el latifundio", ordenó el domingo a sus jefes militares y a los candidatos a gobernadores y alcaldías que, tras su esperado triunfo en elecciones regionales el 31 de octubre, aplique una ley de reforma agraria que permite la expropiación de tierras ociosas.
 
"Ponte tú que aquí venga Hugo Chávez, tenga 20.000 hectáreas y apenas usa 5.000 con un ganado. Entonces, gobernador, llámelo y dígale mire caballero, tenemos dos opciones: o negociamos o le intervengo el latifundio", dijo durante su programa  Aló Presidente!.
 
Si no acepta la negociación, "el otro camino es el conflicto. Vaya buscando sus abogados porque le voy a meter abogado y a lo mejor le meto el ejército para tomar la tierra, para sembrarla y para producirla", agregó.
 
Chávez, en sus más de cinco años de mandato, ha amenazado reiteradamente a los terratenientes con quitarles tierras ociosas para redistribuirlas entre los pobres, a quienes promete mejorar las condiciones de vida con su "revolución".
 
Algunos terratenientes han denunciado expropiaciones e invasiones por campesinos afectos a Chávez, sin embargo, el gobernante ha reclamado amargamente que la aplicación de la ley ha sido demasiado débil y lenta.
 
La Ley de Tierras, proclamada por Chávez en el 2001 y uno de los detonantes del conflicto político que derivó en paros y en un fugaz derrocamiento del mandatario, identifica como "latifundio" a las propiedades improductivas de más de 5.000 hectáreas y promueve la redistribución de tierras.
 
La ley establece un proceso antes de expropiar cualquier tierra y contempla una compensación monetaria para los dueños.
 
Chávez, quien en agosto cuando fue ratificado en el cargo en un referendo también arreció contra los terratenientes, dijo a sus seguidores que agoten la vía del acuerdo.
 
"Pero si tuviéramos que ir a un conflicto, vamos a ir a un conflicto porque nosotros estamos dispuestos a quebrarle el pescuezo al latifundio para darle tierra a los que la necesitan".
 
La oposición protestó la Ley de Tierras, que dicen promueve la confiscación y atenta contra la propiedad privada. Además la ponen como ejemplo de que Chávez busca imponer un gobierno comunista como el de su amigo el líder cubano Fidel Castro.
 
Pero el gobierno de Chávez ha rechazado esas críticas bajo el argumento de que el objetivo de la ley es reducir la enorme dependencia que el quinto exportador mundial de crudo tiene de las importaciones de alimentos.
 
Según funcionarios del gobierno, solo dos millones de hectáreas están en producción agrícola de una extensión total potencial de 85 millones de hectáreas.