En este rincón seco de Loja, muy cercano a la frontera con Perú, los días abiertos y soleados, el agua de riego y la tierra virgen ofrecen a las semillas mejoradas de hortalizas ideales condiciones para reportar los índices de productividad más altos del país.

En la propiedad de Néstor Alcívar Vélez, en el barrio La Ceiba Chica, el nuevo híbrido de cebolla colorada  rosita obtuvo un rendimiento de 850 qq/ha, vs. 400 a 500, que se obtiene en la península de Santa Elena. Las mayores horas luz y una temperatura promedio de 26 °C, acortan el periodo vegetativo de los cultivos y disminuyen el ataque de plagas como el trips y la presencia de enfermedades.

Por el momento, estas y otras hortalizas establecidas en un total de 100 ha de las 8.000 que beneficia el proyecto de riego Zapotillo van al mercado peruano y local, pero la aspiración de los horticultores es venderlas  a Colombia y los Estados Unidos.

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La calidad y el beneficio económico animan a los productores, obteniéndose con la cebolla roja un precio de 20 a 25 centavos por kilo, a un costo de 13 centavos/kilo.

Curado de la cebolla

Cuando llega el bulbo a su punto de maduración, el arrancarlo y taparlo con las mismas hojas y dejándolo en el campo por espacio de una semana, prolonga la vida del producto hasta por dos meses, sin que pierda calidad ni sabor. Cumplido el tiempo de curado, se corta el follaje a una pul gada del bulbo y puede  almacenarse en lugares con buena ventilación o llevarse  a largas distancias sin problema.