El avión de carga que se estrelló hace una semana en Halifax cuando despegaba con destino a España iba unos 50 kilómetros por hora más despacio de lo que debía para elevarse, dijeron hoy los investigadores del accidente.
 
También indicaron que a pesar de que los motores estaban funcionando normalmente no proporcionaron la suficiente potencia para el Boeing 747 de la compañía de Ghana MK Airlines, que transportaba a la ciudad española de Zaragoza 53 toneladas de marisco y segadoras cuando se estrelló, falleciendo sus siete ocupantes.
 
Bill Fowler, responsable de la investigación que realiza el Consejo de Seguridad en el Transporte (TSB), dijo durante una rueda de prensa que la velocidad máxima que alcanzó el avión en su carrera de despegue fue de 240 kilómetros por hora, entre 50 y 55 kilómetros por hora menos de lo normal.
 
Fowler declaró que "para alcanzar (296 kilómetros por hora) con la pista disponible, necesitaban más potencia".
 
"La energía era menor de la que era necesaria o de lo que se esperaría para la carga", añadió Fowler, quien negó que estos datos significasen que el avión estaba sobrecargado.
 
Fowler señaló que hay numerosos factores que podrían explicar el impulso proporcionado por los motores.