Mediante la lectura de una carta en el hotel Dann Carlton, la ex gerenta de Gestión y Asistencia Técnica del BEDE indicó que decidió desafiliarse debido a que “he sido víctima de persecución por no hacer coro a inconfesables fines de personas muy cercanas al entorno íntimo del Presidente de la República y sus familiares”.

Sin mayores detalles explicó que fue perseguida debido a que se negó a firmar un informe favorable, previamente elaborado, para que se ejecutara una operación propuesta por la empresa Fallon Mining Company al Banco Ecuatoriano del Estado.

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Dijo que la propuesta fue remitida al entonces gerente de la entidad, Ricardo Borja Jones, por la secretaria privada del Jefe de Estado, Mónica Acosta.

En la misiva, Villalta expresó que no firmó el informe debido a que dicha operación se trató de una fachada para promover negocios que carecían de una base financiera sólida.

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Manifestó que la persona más interesada en la agilidad de ese trámite era la hermana del Presidente y entonces coordinadora general del Banco, Paola Gutiérrez.

Denunció además que en el BEDE se llegó a sustituir solicitudes para viabilizar una donación de más de 8.000 dólares, disfrazándola de Difusión de Imagen Corporativa.

“En el banco trabajan parientes del Primer Mandatario en un círculo cerrado que aísla a los que no son de su confianza”, puntualizó la ex funcionaria.

El anuncio de Villalta se sumó a la desafiliación del ex secretario de la Administración Pública, coronel (r)  Patricio Acosta, que se realizó el lunes pasado.