La policía canadiense confirmó la muerte de los siete tripulantes del avión de carga de la compañía MK Airlines que se estrelló esta mañana en Halifax cuando transportaba marisco con destino a Zaragoza (España) e indicó que todavía no se ha descartado la posibilidad de un atentado terrorista.
Joe Taplin, agente de la Policía Montada, declaró en una rueda de prensa en el aeropuerto de Halifax que "por el momento" no se puede descartar la hipótesis de un atentado y que es una de las cuestiones que todavía se está investigando.
Fuentes diplomáticas españolas consultadas por EFE señalaron que al parecer no hay españoles entre las víctimas pero que las autoridades consulares estaban intentado verificar esa información.
Taplin añadió que las primeras noticias del accidente se recibieron a las 03h52 hora local (07h52 GMT) y que la policía estaba investigando informaciones iniciales que hablaban de una explosión.
Bill Fowler, del Consejo de Seguridad en el Transporte (TSB), señaló que no tenía "ninguna información formal que sugiera que ha habido explosiones" pero advirtió que, "al inicio de las investigaciones, hay especulaciones".
Fowler añadió que TSB había "podido realizar una observación desde el aire de la ruta del avión y que muestra una extensión desde la pista central con indicaciones de la nave dejando huellas hasta el punto de impacto".
Fowler también dijo que además de su agencia, investigadores británicos y de algún otro país por determinar participarán en las indagaciones para determinar las causas del accidente.
Steve Bone, del organismo público Transporte Canadá, indicó que la compañía -basada en Ghana y con oficinas en Londres- "estaba certificada de forma apropiada" para volar desde el aeropuerto de Halifax y que comprobarán que cumplía las condiciones de la certificación.
Pat Chapman, portavoz del aeropuerto de Halifax, indicó que el accidente causó la cancelación o retrasos de 17 vuelos tras el cierre inicial de las dos pistas de aterrizaje del aeropuerto.