Los sitios turísticos de Guayaquil entran a mantenimiento por las fiestas octubrinas. El mobiliario de las escalinatas del cerro Santa Ana y de los malecones 2000 y del Salado empezó a ser retocado para recibir a los turistas nacionales y extranjeros que visitarán la urbe por sus 184 años de independencia.

En el cerro, cuatro obreros contratados por la fundación Guayaquil Siglo XXI se encargan –desde el pasado lunes– de pintar las barandas, bancas y postes de alumbrado  público con el tradicional verde aceituna. Además, se les esparce pintura negra para darles un toque de envejecido.

Según Fernando Pincay, uno de los trabajadores, es para conservar el estilo antiguo de las escalinatas. Él pintaba ayer los postes ubicados en el primer descanso, junto a la pileta, y en el mirador.

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Otros tres pintores cumplían labores similares en el faro, donde también se retocan las escaleras de caracol. Pincay calcula que los trabajos se extenderán hasta hoy.

En el Malecón 2000 las tareas empezaron en el hemiciclo La Rotonda con el retoque a las estatuas de Bolívar y San Martín y a los cóndores de bronce que se ubican en la parte superior del monumento. Según Fernando Delgado, administrador de los malecones, a todos se les aplicó una cera especial para su conservación. Asimismo, se pulió y selló la superficie de mármol y se dio mantenimiento a las áreas verdes e instalaciones eléctricas para garantizar la buena iluminación del lugar.

Las banderas de los países libertados por Bolívar, que se encuentran en La Rotonda, y las gigantes de Ecuador y Guayaquil, ubicadas en el ingreso principal (por la avenida Nueve de Octubre), fueron reemplazadas por un juego nuevo.

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Las labores de mantenimiento también se aceleran en el Malecón por el aniversario de la Plaza Cívica, que mañana cumplirá cinco años de creación (se inauguró el 9 de octubre de 1999). Esta abarca el hemiciclo, el monumento al Jabalí, a la Aurora Gloriosa y la Torre del Reloj.

En esta área, explica Delgado, se retocó la pintura, se cambiaron piedras, plantas y se revisaron las bombas de la pileta.

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En los puentes de madera que enlazan el sector centro con el sur se aplicó un recubrimiento con poliuretano, un material que protege la madera y le da brillo.

Lo mismo se hizo con las pasarelas peatonales del puente Cinco de Junio, en el Malecón del Salado.