La Policía de Moscú fue alertada sobre la amenaza de atentados terroristas en la capital rusa cometidos por niños suicidas, reveló este jueves el diario "Trud".
 
Varios oficiales y agentes confirmaron al diario que el personal de la Policía fue avisado de que en la ciudad pueden aparecer niños kamikaze adiestrados por grupos islámicos radicales para inmolarse con explosivos en lugares públicos.
 
"Los agentes consultados subrayaron de que se trata de una información secreta, difundida en calidad de un comunicado extraordinario", señaló el periódico en su edición de hoy.
 
La radicalización de algunos sectores islámicos en Rusia a raíz, sobre todo, de los diez años de guerra en Chechenia, les ha llevado a recurrir con creciente frecuencia al terror tanto en la separatista república del Cáucaso como en el resto del territorio ruso.
 
Esa "palestinización" (como la llama la prensa rusa) del largo conflicto se ha hecho ver en atentados terroristas cometidos con coches-bomba o bien por hombres y mujeres suicidas dotados de cinturones explosivos adosados al cuerpo.
 
La "guerra" que el Kremlin sostiene que el terrorismo le ha declarado a Rusia, también ha incluido atentados cometidos por kamikazes en trenes, vagones de metropolitano y aviones, como a finales de agosto cuando fueron dinamitados en vuelo dos naves aéreas, con un saldo de 90 muertos.
 
Los comandos extremistas, a los que el Kremlin vincula a redes terroristas internacionales, también han recurrido en varias ocasiones a tomas masivas de rehenes, como en el teatro Dubrovka de Moscú en octubre de 2002 y en la ciudad noroseta de Beslán, el mes pasado, donde murieron más de 330 personas, la mitad niños.
 
Según los servicios secretos, los grupos extremistas buscan a los futuros suicidas fundamentalmente en Chechenia entre los marginados socialmente y personas que han perdido a sus familias en la guerra, y los someten a tratamiento psicológico de acuerdo con el Wahabismo, la versión más radical del Islam.
 
Vladímir Lutsenko, experto antiterrorista de los servicios secretos soviéticos y rusos, el peligro particular que representan los suicidas es que habitualmente son vigilados desde cerca por terroristas "tutores" que se encargan de activar los explosivos a distancia si ven que su "discípulo" titubea a la hora de activar la bomba.