Diplomáticos, políticos y analistas en Camboya quedaron consternados este jueves con la decisión del rey Norodom Sihanuk, de 81 años, no sólo de aplazar su esperado regreso, sino de abdicar, y se teme el regreso de los años de violencia.
 
El monarca está considerado por todos los camboyanos como uno de los pilares del Reino y de la Constitución y hasta la fecha no hay designado ningún sucesor al trono, pese a que existen cerca de 400 personas de la Familia Real que cumplen los requisitos.
 
Sihanuk aparece en la Constitución de 1993 como "jefe del Estado vitalicio".
 
Es por estas razones que la abdicación del rey ha generado el miedo en su pueblo, que teme puedan volver los días de violencia y desestabilización, al tiempo que ha movido a la indecisión en la clase política sobre el siguiente paso a dar.
 
"Estamos todos abatidos y tristes por la decisión del rey. Esperamos que cambie de opinión", declaró a EFE el ex ministro y diputado Sam Rainsy, líder del partido que lleva su nombre y que es la única agrupación política que ejerce de oposición en el Parlamento bicameral.
 
El príncipe Norodom Ranaridh, hijo de Sihanuk, culpó precisamente a Rainsy de ser el causante de la abdicación de su padre, pues le escribió una carta en el que le presentaba un negro panorama de manifestaciones antimonárquicas a su regreso.
 
Sihanuk, quien pasa la mayor parte del año en Pekín sometido a tratamiento médico, ha acusado en numerosas ocasiones a la clase política de Camboya de querer involucrarle en sus rencillas.
 
Actualmente existen tres fuerzas políticas en el país: la que encabeza el primer ministro Hun Sen y que proviene del gobierno provietnamita establecido en 1979 tras la derrota del Jemer Rojo, el Frente de Unidad Nacional para una Camboya Independiente, Neutral, Pacífica y Cooperativa (FUNCINPEC), de raíces monárquicas, y el Partido Sam Rainsy.
 
"No tiene nada que hacer con mi carta. Es algo que ha dicho el príncipe Ranaridh por interés político. En cualquier caso, la decisión del rey está fundamentada en razones legítimas y la debemos respetar", indicó Rainsy, quien añadió que su partido le enviará otra misiva en la que le rogará que reconsidere su decisión.
 
Otro problema que aguardaba a Sihanuk a su vuelta era el tribunal internacional para juzgar a los antiguos dirigentes del Jemer Rojo por sus crímenes contra la humanidad, un proyecto en el que colaboran el Gobierno de Camboya y la ONU.
 
Cerca de 1,7 millones de personas perdieron la vida durante el régimen del Jemer Rojo (1975-79).
 
El rey Norodom Sihanuk se ha opuesto desde un principio a este juicio por entender que en vez de reconciliar a su pueblo, lo separará.
 
La carta real leída hoy al Parlamento por Ranaridh, presidente de esa cámara y líder del Funcinpec, justificó la abdicación por razones de salud y ordenó al Consejo del Trono que seleccione a un sucesor, ya que la Corona camboyana no es hereditaria.
 
"Yo no sé si está descontento con las noticias recientes o que no es feliz desde hace tiempo", comentó Kek Galabru, fundadora del grupo humanitario Licadho y cuya familia mantiene buenas relaciones con el rey desde hace mucho tiempo.
 
"Cualquiera que sea la razón, él goza de gran popularidad entre el pueblo y éste quiere que vuelva", añadió Kek Galabru.
 
El cuerpo diplomático acreditado en Phnom Penh cree que si bien ha aumentado la amenaza de desestabilización con la abdicación, tampoco se puede perder la esperanza en que Sihanuk cambie de parecer.
 
"Todo lo que se puede decir en estos momentos es que si debe haber una transición, esperamos que se produzca de manera pacífica", declaró a EFE un diplomático que requirió el anonimato.