Las calificaciones de los bancos están determinadas literalmente de una a tres letras con signos negativos o positivos por ejemplo: A–; AA–; AAA–; B–; BB–; BBB–; y, A+; AA+; AAA+; B+; BB+; BBB+.

A las categorías descritas se les asigna los signos más (+) o menos (–) para indicar su posición relativa dentro del respectivo rango.

En las descripciones de las calificaciones solo contempla lo que significa cada una de las categorías, sin realizar ningún tipo de diferenciación entre los que tienen calificación positiva con otro que tiene una misma calificación pero con signo negativo.

Publicidad

No puede ser que un banco que tenga una calificación positiva de AAA+, que significa que su situación financiera es muy fuerte, y tiene una sobresaliente trayectoria, signifique lo mismo con otro banco que tenga la misma calificación pero con signo negativo AAA.

En la vida cotidiana se presentan diversas situaciones que son imposibles de representar solo con la utilización de números o letras, y por eso es necesario agregar un signo, sea este (+) o (–) que exprese la situación con respecto a su origen. Por ejemplo: un termómetro que marca + 30 grados C, que indica que la temperatura es de 30 grados sobre cero, no significa lo mismo con otro termómetro que marca –30 grados C, que indica que la temperatura es de 30 grados bajo cero.

Es importante exigir a las autoridades que representan al sector financiero, con la finalidad de dar confianza a los ahorristas y cuentacorrentistas, que describan lo que significa cada una de las calificaciones positivas y negativas de los bancos y no meter todo en un  mismo saco.

Publicidad

Si para las autoridades del control bancario las calificaciones positivas y negativas significan lo mismo, no les pongan los signos y de esta manera eviten vernos la cara de tontos a los ecuatorianos.

Ing. Carlos Julio Govea M.
Guayaquil