El primer ministro británico, Tony Blair, de 51 años, se someterá este viernes a una operación de corazón, según anunció él mismo en una entrevista con la cadena pública BBC.
 
Esta intervención quirúrgica, que se hará con anestesia local, pretende resolver un problema de arritmia cardiaca que el primer ministro arrastra desde hace dos meses y por el que ya fue tratado hace un año.
 
En octubre del 2003, Blair recibió tratamiento durante cinco horas en un hospital londinense por el mismo problema, incluidas descargas eléctricas.
 
En ese momento, su portavoz atribuyó la arritmia al exceso de café tomado en las cumbres europeas.
 
La operación no le impedirá "seguir trabajando", subrayó el primer ministro, tras reiterar que prevé presentarse a un tercer mandato.
 
Blair intentó restar importancia a la operación, sobre la que no quiso entrar en detalles. Simplemente dijo que "es un procedimiento rutinario" y que su dolencia "no es particularmente grave", pero "debe ser tratada".
 
La operación, apuntaron los expertos, es para restablecer su ritmo cardíaco normal.
 
Preguntado por el periodista, Andrew Marr, si su salud no puede modificar su decisión de presentarse como candidato laborista a las próximas elecciones, previstas para mayo de 2005, Blair insistió en que su propósito es firme.
 
"Quiero ver el trabajo acabado", dijo, y añadió que si lograra un tercer mandato no se presentaría a un cuarto.
 
Blair concedió la entrevista a la cadena pública británica al final del congreso del Partido Laborista, que concluyó hoy en la ciudad de Brighton, en el sur de Inglaterra.
 
Durante la cita anual, el primer ministro pidió unidad al partido para ganar los próximos comicios y reiteró que la guerra contra Iraq estuvo justificada, pese a reconocer que los datos sobre las supuestas armas de destrucción masiva de los servicios secretos eran erróneos.