El presidente Néstor Kirchner decidió nombrar este viernes al funcionario diplomático y economista liberal Martín Redrado al frente del Banco Central de la República Argentina (BCRA, autoridad monetaria), en reemplazo de Alfonso Prat-Gay, que contaba con el apoyo de los mercados.
"El nuevo presidente del BCRA será Redrado, actual secretario de Comercio y Negociaciones Económicas Internacionales de la cancillería", dijo a la AFP una fuente del Gobierno.
La sorpresiva decisión de introducir un cambio estratégico en la conducción económica fue adoptada por Kirchner, después de haberse reunido la noche del jueves con Prat-Gay.
Una inesperada crisis estalló entre el jefe de Estado y el desplazado funcionario, a raíz de discrepancias por la integración de un nuevo directorio de la institución, dijeron fuentes gubernamentales.
Redrado, de 43 años, ganó prestigio como jefe de los negociadores argentinos en el Mercosur y sus conversaciones sobre acuerdos comerciales con otras naciones latinoamericanas, como Venezuela y México.
Además, el nuevo jefe monetario representó al país en el bloque sureño durante sus conversaciones para integrarse con la Unión Europea y en el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
El puesto de Redrado al frente de las conversaciones de comercio internacional y los planes de integración quedará en manos de Javier González Fraga, quien fue fugaz presidente del BCRA durante el gobierno de Carlos Menem (1989-1999).
"El desenlace se produjo a última hora de la noche del jueves cuando Kirchner tomó la decisión", dijo el informante.
Redrado es un funcionario que goza de prestigio en los medios empresariales y económicos, desde que surgió a la vida pública por iniciativa de Domingo Cavallo, cuando era ministro de Economía en los años 90.
Apodado El Golden Boy , por su carrera de joven brillante en bancos de los Estados Unidos, Cavallo lo nombró presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV), la autoridad regulatoria del mercado de capitales.
Durante la gestión de Prat-Gay el BCRA logró acumular reservas internacionales por unos 18.000 millones de dólares, con un tipo de cambio nominal estable en torno a los tres pesos por cada dólar, después de la devaluación de 65% en 2002.
Pero se enfrentó varias veces en forma velada con el ministro de Economía, Roberto Lavagna, quien el jueves dio un paso estratégico al presentar en el Parlamento un proyecto de presupuesto que contempla un superavit fiscal consolidado del gobierno central y las provincias de 3,6% para 2005.