Miles de personas huyeron de sus hogares.
 
La tormenta tropical, que el mismo jueves llegó a tener intensidad de huracán, mató a dos personas en Puerto Rico, donde provocó un extenso apagón y convirtió en ríos a sus carreteras.
 
Se pronosticó que Jeanne recuperará su fortaleza y se convertirá nuevamente en huracán cuando regrese a las aguas del Caribe y se dirija hacia las Bahamas, dañadas previamente por el huracán Frances, y probablemente hacia el sureste de Estados Unidos, desde la Florida hasta las Carolinas.
 
El este de Cuba también podría verse amenazado, indicaron las autoridades.
 
Una tormenta tropical se convierte en huracán cuando los vientos sostenidos de su superficie alcanzan velocidades superiores a los 119 kilómetros por hora (74 millas por hora), de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de Miami.
 
Al menos ocho dominicanos sufrieron heridas, algunos árboles fueron derribados y hubo inundaciones en sectores del este y noreste del país, informaron funcionarios de las organizaciones de emergencia.
 
Las fuertes marejadas golpeaban la costa norte, además de fuertes vientos en los niveles altos de la atmósfera y fuertes lluvias. Los servicios de teléfono y electricidad dejaron de funcionar en algunos sectores.
 
Más de 8.200 personas fueron evacuadas en la República Dominicana y se refugiaron en albergues instalados en escuelas e iglesias, indicaron las autoridades.
 
Estoy proecupado porque no sé qué es lo que va a pasar. Normalmente los huracanes no pasan por aquí, señaló Franklin Bussone, un francés de 44 años quien cerró y protegió con maderas su café instalado frente al mar y se llevó las mesas y sillas instaladas en su terraza que daba hacia el océano.
 
Las calles estaban semidesiertas mientras los potentes vientos azotaban a Las Terrenas, una población turística instalada a 90 kilómetros (55 millas) al norte de Santo Domingo.
 
Las autoridades ordenaron que todas las embarcaciones permanecieran en puerto, al suspender las actividades de pesca y de buceo.
 
Jeanne, la sexta tormenta ciclónica en la temporada de huracanes del Atlántico, incrementó la potencia de sus vientos a casi 130 kilómetros por hora (80 millas por hora), con ráfagas aún más fuertes, al tocar tierra en la población oriental de Cabo Engaño, y posteriormente sus vientos perdieron fuerza hasta 110 kilómetros por hora (70 millas por hora) en el noreste de la República Dominicana.
 
Jeanne era una tormenta tropical con vientos de cerca de 112 kph (70 mph) cuando desató su furia en el centro de Puerto Rico el miércoles, causando hasta 51 centímetros (16 pulgadas) de lluvia que convirtieron en ríos torrenciales a las carreteras, inundaron casas y derribaron tendidos de electricidad y árboles.
La gobernadora de Puerto Rico, Sila Calderón, manifestó el jueves que una sorpresiva tormenta golpeó la isla con mucho más fuerza que la esperada antes de visitar las zonas inundadas de Toa Baja, en la costa norte de la isla.   Dejó una onda de destrucción que ahora deberemos enfrentar, señaló la gobernadora, quien solicitó al presidente estadounidense George W. Bush que declarara la zona de desastre para que comenzara a llegar la ayuda federal para   afrontar las necesidades urgentes e imprevistas.
 
Aún se esperan en Puerto Rico entre 13 a 25 centímetros de lluvia (5-10 pulgadas) el jueves, lo que amenaza con provocar inundaciones repentinas y deslaves, señaló Héctor Guerrero, un meteorólogo del Centro Nacional de Huracanes de Miami.
 
Unos 3.600 puertorriqueños permanecían evacuados en refugios, 38 carreteras bloqueadas, la mayoría de los cuatro millones de pobladores sin electricidad y unos 600.000 sin acceso a agua potable, explicó Calderón.
 
Calderón dijo que las oficinas gubernamentales permanecerán cerradas por segundo día consecutivo e instó a la población a permanecer en sus hogares si no necesita salir de manera urgente.
 
A las 5 p.m. (21.00 GMT) el vórtice de Jeanne se ubicaba en el noreste de la República Dominicana, a unos 85 kilómetros (50 millas) al noreste de Santo Domingo, y se desplazaba a unos 13 kph (8 mph) con dirección oeste.