La reaparición del ex presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada en un mensaje televisado desató ayer nuevas protestas para exigir su juicio en el Congreso por delitos de lesa humanidad.

El ex mandatario se encuentra en Washington, donde se radicó tras la cruenta revuelta popular que lo sacó del poder el 17 de octubre del 2003 y que dejó más de 60 muertos y unos 200 heridos.

Sánchez de Lozada rechazó ser artífice de la revuelta que ocasionó su caída, acusó a otros actores de promover la violencia y demandó investigar a todos los involucrados.

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Sindicatos, grupos políticos y de derechos  humanos, familiares de víctimas y las Fuerzas Armadas exigieron ayer al Congreso de Bolivia agilitar dos demandas de juicio contra el ex presidente por delitos de lesa humanidad, genocidio y daños económicos al Estado.