El huracán Iván fustigó este domingo a las Islas Caimán con feroces vientos de 240 kilómetros por hora (150 mph), inundó viviendas, arrancó techos y derribó árboles de una altura equivalente a tres pisos mientras su poderoso ojo pasó a poca distancia de la costa.
 
Iván ha matado a por lo menos 60 personas en el Caribe durante esta semana, y se encaminaba hacia el occidente de Cuba y el suroeste de Estados Unidos.
 
La tormenta subió el sábado a la inusual Categoría 5, la más alta, con vientos de 265 kph (165 mph), pero perdió parte de su fuerza el domingo, al acercarse a las Islas Caimán, uno de los principales paraísos fiscales del mundo, con construcciones sólidas y elegantes.
 
Funcionarios de emergencia dijeron que residentes de todas las áreas de la isla reportaron voladuras de techos e inundaciones de viviendas mientras los fuertes vientos y lluvias de Iván azotaban a Gran Caimán, la más grande de las tres islas que integran el territorio británico de 45.000 habitantes.
 
Aunque golpeó casi de manera directa a Gran Caimán, el potente ojo de la tormenta no tocó tierra. En cambio, pasó sobre el agua del mar cerca del sur de la isla, dijo Rafael Mojica, meteorólogo del Centro Nacional de Huracanes con sede en Miami.
 
Sabemos que allí el daño es severo, manifestó Wes Emanuel, del servicio de información gubernamental de las Islas Caimán.
 
Si bien no existían informes inmediatos sobre víctimas humanas en las Islas Caimán, la cantidad de muertos ascendió, ya que los funcionarios de hospitales de Jamaica reportaron otros cuatro fallecidos, elevándolos a un total de 15 en ese territorio.
 
Al menos 34 personas murieron en Granada, y algunas en Venezuela y otras islas.
 
Los meteorólogos pronostican que Iván golpeará de manera directa el área oeste de Cuba el lunes, antes de desplazarse hacia el Golfo de México el martes, aproximándose a los cayos del estado de la Florida y a partes de la costa del golfo de esa península estadounidense.
 
A las 18h00 GMT, el ojo de Iván estaba localizado a unos 95 kilómetros (60 millas) al oeste de Gran Caimán.
 
Los vientos con fuerza huracanada se extendían hasta 150 kilómetros (90 millas) y los de tormenta tropical hasta unos 280 kilómetros (175 millas).
 
La perturbación se desplazaba en dirección oeste-noroeste a una velocidad cercana a los 17 kph (10 mph). Se esperaba que girara hacia el noroeste en las siguientes 12 a 24 horas.