La falta de información sobre las exigencias de la universidad  y el desconocimiento de sus propias aptitudes pueden llevar a un estudiante a engrosar las filas de los  desertores universitarios. Decidir la profesión que seguirás al terminar el colegio está en tus manos.

Existe un abanico de carreras universitarias y tú debes elegir una, ahora, que estás por terminar la secundaria. Es necesario, en primer lugar, apagar por un momento el coro de consejos que te martilla la cabeza, para tomar una decisión consciente.

“Piensa en tu carrera como la trayectoria de un cohete. Para su lanzamiento, debe estar apuntado en la dirección correcta, o si no, te costará mucho intentar cambiar de rumbo más tarde. La dirección que elijas ayudará a dirigir tu profesión”, fue el consejo de María Belén Falquez, quien está por graduarse.

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Cuando terminó su 5º curso, especialización Físico-Matemático, ella  hizo el preuniversitario de Arquitectura en la Universidad Católica de Guayaquil. “Siempre supe que eso es lo que quiero estudiar”, dice María Belén y agrega que su meta final es montar una empresa constructora, luego de hacer un masterado en Argentina.

No todos tienen el panorama tan claro. José Luis Plúas, de 16 años, por ejemplo, aún intenta conjugar su pasión por el fútbol con la Gestión Empresarial. “Recibí consejos de Eduardo, mi hermano mayor, porque esa es la carrera que él estudia. Son cuatro años de universidad”, afirma.

El papá de José Luis es presidente de un equipo de fútbol y él acepta que, aunque le encanta la Literatura y las Matemáticas, su sueño es convertirse en futbolista. “Quiero entrenar mientras estudio, si se me da el viaje a Argentina o a Italia, me gustaría entrar a la escuela del Milan o de un equipo argentino”. ¿Y la Gestión Empresarial? “Eso pasaría a segundo plano”, responde.

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Jorge Díaz y Andrés Zambrano, de la Unidad Educativa Mariscal Sucre, recorrieron la feria de estudios superiores que esta semana estuvo en Expoplaza y que concluye hoy.  Sabían lo que querían seguir con mucho tiempo de anticipación: Ingeniería Comercial y Economía, respectivamente.

En un lugar como esa feria, en el que los “yo quiero ser” parecen llenar el ambiente, Jorge y Andrés caminaron por rutas definidas. Hablaron primero con los expositores de la Bénédict. “En casi todas las universidades no te puedes graduar sin hacer módulos de inglés y nosotros tenemos que reforzarlo”, expresa Jorge.

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Luego estuvieron  en el stand de  la Universidad Santa María, en donde les explicaron que el título que obtengan les servirá en Chile. Llenaron los formularios, pero salieron preguntándose si sus estudios les dejarán tiempo para trabajar.

Para Letty Maldonado, estudiante del IPAC, resulta más difícil escoger la universidad que la carrera que estudiará. Quiere seguir Administración de Empresas, y hay muchísimas opciones, dijo, en cuanto a instituciones se refiere.

Entre las principales dificultades que los estudiantes encuentran en el desarrollo de su  carrera universitaria están la falta de información sobre las exigencias de la carrera y el desconocimiento de sus propias aptitudes.

Según un estudio de la Universidad de Guayaquil publicado en el 2001, el 46% de los estudiantes matriculados en las facultades repite el año o se retira a mitad de periodo.

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“A veces, los chicos eligen mal su profesión porque los influencian comentarios, rumores o exigencias de sus padres. También se dejan llevar por experiencias ajenas y se limitan a conocer el pensum de ciertas carreras, sin tener claro  su contenido”, comenta la psiquiatra Consuelo Camacho, especializada en adolescentes y niños.

Algunos también desconocen sus condiciones personales, y optan por estudiar cualquiera carrera, sin pensar si es eso en lo que quieren trabajar después, agrega.

“Cada carrera presenta una exigencia particular, un nivel de dificultad diferente para cada persona. Si no se conoce eso, el estudiante puede perder interés en lo que estudia”, advierte la especialista en orientación vocacional.

Lo que decidas estudiar, aunque tengas alguna dificultad al comienzo o al final de la carrera, debe ser lo que elegiste para ejercerlo y no para pasar el tiempo o tener un título, aconseja la doctora Camacho.

Un gran ejercicio es visualizarte trabajando en lo que te gusta, superando problemas para los cuales fuiste preparado en la universidad. Si te agrada lo que imaginas, es la decisión correcta.