Atentados contra dos aviones que estallaron en vuelo, una kamikaze que se hizo explotar en pleno Moscú, una gigantesca toma de niños como rehenes que terminó en una matanza han hecho que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien normalmente es omnipresente en la televisión de su país, haya sido muy discreto y no se haya dirigido a la nación.