Con pena y vergüenza leo unas cosas que dicen unos periódicos de acá, y que son verdad. Para confirmar esas notas les cuento lo que yo he visto:
Caminando por la calle, paso al lado de ciertos ecuatorianos mal educados que dicen piropos vulgares en italiano.
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Yo vivo en una zona turística con mar y un bello malecón bien cuidado, y es fea la impresión de ver a nuestra gente acostada en el césped, en la noche, tocando música alta, con ollas de comida, botellas de cerveza por todos lados. Cuando una persona los mira mucho, la insultan.
Cuando llegué a Italia, los ecuatorianos teníamos buena reputación, pero con el tiempo todo cambió, ahora somos demasiados y eso afecta a los compatriotas que quieren encontrar trabajo. El ser ecuatoriana nunca me ha dado problemas; si fuera vulgar, me cerrarían las puertas.
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Últimamente los periódicos se llenan de notas sobre ecuatorianos protagonistas de crónicas rojas.
Tania Márquez
Génova, Italia