El presidente George W.Bush clausuró este jueves  la convención republicana de Nueva York atacando a su rival demócrata John  Kerry y prometiendo cuatro años más de firme liderazgo en la guerra contra el  terrorismo si los norteamericanos le dan la victoria en noviembre.
 
"Creo que este país quiere un liderazgo estable, consistente y de  principios y, por eso, con vuestra ayuda, ganaremos las elecciones", dijo a los  casi 5.000 delegados de su partido reunidos en el Madison Square Garden.
 
"Tenemos que combatir a los terroristas por toda la faz de la tierra, no  por orgullo o poder, sino porque la vida de nuestros ciudadanos está en juego.  Nuestra estrategia es clara", prosiguió Bush en el que se considera  tradicionalmente el discurso más importante de toda la campaña.
 
"Soy candidato a presidente" en las elecciones del 2 de noviembre "con un  plan positivo y claro para construir un mundo más seguro" prometió el candidato  republicano.
 
Para cumplir ese objetivo, Bush prometió seguir con su estrategia de  ataques preventivos y destacó los "progresos alcanzados" en Afganistán e Irak  como consecuencia de esa política.
 
"Esos progresos requieren una diplomacia cuidadosa, una clara resolución  moral, y algunas decisiones duras. Y la más dura fue Irak", afirmó el  presidente antes de dedicar palabras de agradecimiento a las tropas que sirven  en el país árabe y que han perdido desde marzo de 2003 a casi 1.000 de sus  miembros.
 
"Nos mantenemos a la ofensiva, combatiendo a los terroristas fuera para no  tener que hacerles frente en casa", afirmó Bush justificando la invasión de  Irak.
 
A sus 58 años Bush aspira al segundo mandato que su padre, el presidente  George Bush, no pudo conseguir por su derrota ante Bill Clinton en 1992.
 
El presidente retomó los ataques a Kerry donde los dejó la víspera su  vicepresidente Dick Cheney y reprochó al senador por Massachusetts sus posiciones en sanidad, educación, fiscalidad y en Irak.
 
Bush acusó a Kerry de querer revocar el recorte de impuestos y las reformas  en el sistema educativo y sanitario que entraron en vigor durante su mandato.
 
También le acusó de haber calificado a los países que siguieron a Estados  Unidos en la invasión de Irak como "la coalición de los coaccionados y los  sobornados".
 
"Yo respeto a cada soldado, de cada país, que sirve junto a nosotros en el  duro trabajo de la historia. Estados Unidos está agradecido y no olvida",  afirmó el presidente.
 
Finalmente, Bush le recordó a Kerry, que ha recibido el apoyo de actores  populares como Ben Affleck o Tim Robbins, que "el corazón y el espíritu de  América" no "se encuentran en Hollywood".
 
El presidente fue presentado por el gobernador del estado de Nueva York,  George Pataki, que reiteró la acusación a Kerry de cambiar constantemente de  posiciones hasta el punto de "tener que buscar su nombre en Google para saber  lo que apoya".
 
El discurso de aceptación de la candidatura -retransmitido en directo por  las principales cadenas de televisión- que cierra las convenciones  norteamericanas suele proporcionar un despegue en las encuestas que sería  bendito para Bush teniendo en cuenta lo ajustado de la carrera.
 
El miércoles por la noche, Cheney, su compañero en la fórmula republicana a  la Casa Blanca, dedicó un ataque frontal contra Kerry a quien consideró inapto  para el cargo por sus cambios de posición, su ceguera en asuntos de seguridad y  su insistencia en contar con los aliados.
 
"El presidente no pierde el tiempo en amenazas huecas y medidas a medias",  dijo el vicepresidente comparando a Bush con su contendiente.
 
Coincidiendo con el discurso de Bush, se llevaron a cabo diferentes  protestas por Nueva York para denunciar la política del actual gobierno, tal y  como han venido haciéndolo desde el pasado sábado, dos días antes de la  apertura de la fiesta republicana.