La luz despedida por una luna llena iluminará la ceremonia de cierre de Atenas 2004, un espectáculo apartado de la solemnidad del acto de inauguración que pretende realzar el adiós olímpico con una fiesta humana y entrañable.
 
Un inmenso campo de trigo ilustrado por más de 45.000 espigas revestirá la superficie del imponente Estadio Olímpico, que servirá de escenario para la expresión del folclor heleno, protagonista real de la clausura. Las fiestas populares de toda Grecia se mezclarán entre un llamativo mosaico de colores, en el que van a participar 2.500 voluntarios.
 
La iluminación y el sonido aportan un aspecto fundamental en el festival de despedida. Ambos aspectos se alternarán. Pero va a sobresalir una especie de latido de cinta de percusión para representar el esfuerzo de los atletas en su máxima expresión.
 
La ceremonia de clausura de Atenas 2004 pretende mantener al máximo parte de lo que ha sido su actividad rutinaria. Por eso, en mitad de la fiesta, que comenzará a las 21h15 (hora local), se pondrá en escena la última entrega de medallas de los Juegos. De la prueba olímpica por excelencia, el maratón masculino.
 
"La ceremonia de apertura fue una celebración que destacó los valores universales de la humanidad. Pero en el cierre lo importante es el aspecto humano. Será una invitación a beber, bailar y celebrarlo con los griegos", explicó Dimitris Papaloannou, director artístico y creador conceptual de los dos actos de los Juegos, el de inauguración y clausura.
 
La intención del coreógrafo es agrupar fragmentos de celebraciones griegas fundidas con cada región del país. Entre otras cosas, la despedida pretende mostrar al mundo a 100 koudounatoi, una costumbre helena con rituales Bacchic, tradicionales entre su cultura y una representación del baile más popular, que pondrán en escena sesenta bailarines sobre el campo de trigo.
 
Como ya es habitual en las despedidas de los Juegos Olímpicos, los atletas dejarán el formalismo y se mezclarán entre sí para unirse a la fiesta.

El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el belga Jaques Rogge; y del Comité Organizador, Gianna Angelopoulos, pronunciarán sus discursos de despedida. Y a continuación, llegará el momento de Pekín, sede de los Juegos Olímpicos del 2008.
 
Un vídeo de ocho minutos, con una actuación cultural con cerca de doscientos participantes, resumirá la oferta y los alicientes de la capital china, que adelantará la bienvenida para la próxima edición de la máxima expresión deportiva.
 
El reflejo del adiós a Atenas 2004 será evidente con la bajada de la bandera olímpica. La enseña será trasladada por un grupo de ocho voluntarios, seleccionados para la ocasión. Después, la llama olímpica será apagada.
 
Una suelta de 250.000 globos y un espectáculo de luz y sonido con llamativos fuegos artificiales, oficializará el cierre de Atenas 2004 y pondrá el punto y final a la despedida.