Los terroristas y narcotraficantes ya no "lavan" sus millones de dólares en unas pocas cuentas bancarias, sino que ahora lo hacen en montos que no llegan a los mil dólares y en libretas de ahorro que abren a amas de casa.
 
Así lo reveló hoy en Panamá Julio Aguirre, oficial del Banco Latinoamericano de Exportaciones (BLADEX) y presidente del comité organizador del VIII Congreso Hemisférico para la Prevención de Lavado de Dinero, en el que participan unos 300 delegados de una veintena de países de América y Europa.
 
En el Congreso, inaugurado el miércoles en un hotel de la capital panameña, banqueros y funcionarios del Departamento del Tesoro de EE.UU. y de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) estudian las nuevas técnicas puestas en marcha por el crimen organizado ante la represión de las autoridades.
 
Aguirre, especializado en investigaciones contra el "lavado" de dinero, explicó a EFE que los "delincuentes" buscan la forma de evadir los controles que se colocan constantemente en la banca y en otras organizaciones financieras.
 
Hasta hace poco, añadió, cuando el crimen hacía transferencias de dinero por grandes sumas, "inmediatamente se activaba el llamado de alerta" entre las autoridades para seguirle la pista, indicó.
 
Por ello, ahora las organizaciones terroristas y narcotraficantes comenzaron a reclutar amas de casa, estudiantes, trabajadores con ingresos medios, fundaciones y organizaciones no gubernamentales para abrirles cuentas bancarias con sumas promedio de 400, 500 y hasta menos de 1.000 dólares.
 
"A estas personas les ofrecen la apertura de cuentas para luego alquilárselas y hacer entonces, a través de esas cuentas, manejos de fondos en pequeñas cantidades que después serán transferidas a una cuenta matriz", explicó Aguirre.
 
"Son cuentas que se pueden considerar de ahorro, cuentas corrientes de amas de casa, dinero que usan para el día a día. Ya las grandes cantidades que se acostumbraban a ver han desaparecido", remarcó Aguirre, un fiscalizador encargado de evitar la introducción de dinero sucio en la banca.
 
Advirtió que "el dinero sucio no brinda grandes oportunidades de trabajo, de desarrollo ni otras macroeconómicas. Ese es sólo un espejismo, pues se infla esa creencia para favorecer a un grupo en particular", aclaró.
 
El Congreso, que concluye hoy, se celebra anualmente en este país y es organizado por la Asociación Bancaria de Panamá (ABP), con el fin de prevenir y erradicar las prácticas dirigidas al encubrimiento de activos financieros.
 
Todas las autoridades presentes en el Congreso coincidieron en señalar que la cooperación internacional e interinstitucional es un factor clave en la lucha para contrarrestar el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo en sus distintas formas.
 
Un ejecutivo de la ABP recordó hoy a EFE que fueron los banqueros en Panamá los que propusieron al Grupo de Acción Financiero (GAFI) que obligue a los países a imponer la política "conozca mejor a su cliente", como lo hace esta nación, para internacionalizar la lucha contra el "blanqueo" de capitales.
 
Indicó que el GAFI pidió comentarios sobre una propuesta que hizo hace un par de años, para modificar sus recomendaciones, en base a las cuales se deben establecer políticas oficiales contra el "lavado" de dinero.
 
Sobre esas recomendaciones, el GAFI hace las evaluaciones anuales a los países para anotarlos o borrarlos de la "lista negra" de naciones que, supuestamente, no colaboran en la lucha contra el "blanqueo" de dinero.
 
Durante el VIII Congreso, funcionarios, banqueros y abogados han estudiado una amplia agenda de conferencias, entre las que destacó las implicaciones de la Ley Patriótica de EE.UU. (USA Patriot Act) en el combate al "blanqueo" de dinero y el terrorismo.