Una juez de instrucción británico está investigando la muerte de Ronald Maddison, quien falleció en mayo de 1953 después de que científicos del laboratorio militar de Porton Down, en un experimento, le colocaron un parche con gas nervioso en forma líquida en su hombro.
 
La investigación original que se realizó hace 50 años determinó que la muerte fue accidental. Pero el caso fue reabierto este año después de la presión de familiares de Maddison y simpatizantes de otros 3.000 soldados utilizados como conejillos de indias en pruebas con armas químicas.

Los activistas dijeron que el caso podría llevar a cargos criminales contra funcionarios involucrados en las pruebas.
 
En las audiencias se dijo que un día después de la muerte de Maddison, el gobierno ordenó que se detuvieran todas las pruebas con gas nervioso en los militares.
 
"Pendientes los resultados de nuestra propia investigación, he dado instrucciones para que se suspendan temporalmente otras pruebas con gas nervioso en seres humanos", dijo Duncan Sandys, el ministro responsable de Porton Down, en un memorando secreto dirigido al entonces primer ministro Winston Churchill.
 
Pero otros registros leídos por el juez de instrucción demostraron que los científicos construyeron una "cámara móvil" y expusieron a grupos de soldados al gas nervioso Sarin en tres ocasiones diferentes entre julio y agosto de 1953, cuando regía la prohibición.
 
Los textos de los documentos fueron publicados por el periódico The Guardian. Una fuente del gobierno confirmó la versión del periódico. Pero el portavoz del ministerio de Defensa se negó a realizar comentarios hasta conocer el resultado de las audiencias.