La Policía colombiana reportó este jueves el secuestro del alcalde del municipio de Ricaurte (sur), Luis Orlando Hernández, por la guerrilla de las FARC, mientras que investigaba la desaparición del  mandatario indígena de la localidad de Toribío (suroeste), Arquímedes Bitoná,  informaron fuentes oficiales.
 
Hernández fue secuestrado el miércoles por el frente 29 de las Fuerzas  Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, 17.000 combatientes), cuando se  desplazaba sin escoltas en un vehículo entre Ricaurte (935 km al sur de Bogotá)  y la vecina población de Túquerres, en el departamento de Nariño (fronterizo  con Ecuador).
 
El comandante operativo de la Policía Nacional, general Alberto Ruíz,  confirmó el plagio del mandatario provincial y ordenó a sus hombres en Nariño  desplegar una vasta operación para dar con el paradero de Hernández y capturar  a los rebeldes.
 
"Creemos que el alcalde puede estar en una zona montañosa cercana a  Ricaurte y es allí donde se han dirigido los operativos de rescate", indicó el  jefe policial.
 
Al tiempo que unidades del Gaula -comando antisecuestro y extorsión- de  Nariño llegaban a la zona donde se cree podría estar oculto Hernández, las  autoridades del vecino departamento de Cauca investigaban el presunto plagio de  Bitoná, alcalde indígena de Toribío (580 km al suroeste de Bogotá), y cuatro  funcionarios de su administración que lo acompañaban.
 
Según el reporte, Bitoná y sus acompañantes se desplazaron el sábado pasado  al municipio de San Vicente de Caguán, en el departamento de Caquetá, para  visitar un asentamiento indígena Paez.
 
Sin embargo, desde entonces se desconoce el paradero de Bitoná y sus  acompañantes, y según dijo una fuente de la administración de Toribío que pidió  no ser identificada, temen que hayan sido secuestrados por alguno de los grupos  armados ilegales que operan en la zona.
 
"Estamos tras las pistas del paradero del alcalde de Toribío y sus  acompañantes, pero aún no podemos determinar el caso como un secuestro", indicó  el general Ruíz.
 
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) expresó este  jueves en un comunicado su preocupación por la desaparición de Bitoná y aseguró  que el caso "es una agresión de suma gravedad".
 
"Las comunidades indígenas de Colombia han calificado como un etnocidio las  continuas agresiones en contra de sus pueblos por parte de actores armados  ilegales. Asimismo, se solicita a las autoridades regionales y nacionales  adelantar todos los esfuerzos necesarios para conocer el paradero del grupo de  indígenas desaparecido, y retornarlo sano y salvo a sus familias y  comunidades", indicó la nota oficial.
 
Según cifras oficiales, sólo en 2003 más de 120 indígenas fueron asesinados  por las guerrillas izquierdistas o los paramilitares de extrema derecha, en  tanto que miles se vieron obligados a salir de sus lugares de origen y engrosan  los casi dos millones de desplazados existentes en el país.