El principal clérigo chiita de Iraq, el gran ayatolá Ali Al Sistani, regresó ayer súbitamente al país y dijo que tenía un plan para terminar el levantamiento en la ciudad sagrada de Nayaf, donde los combates se desarrollan cada vez más cerca de su santuario más sagrado, el mausoleo del imán Alí.
Al Sistani, figura del chiismo moderado, se reunió con dos ministros del Gobierno interino, y miembros de la Conferencia Nacional Iraquí en la ciudad de Basora.
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La autoridad religiosa llega hoy a Nayaf, para aplicar un plan de solución a la crisis, que se iniciaría con el retiro de las fuerzas extranjeras de Nayaf y sus alrededores.
Luego se eliminarán todas las armas de la ciudad santa, lo que significa que el Ejército del Mehdi del clérigo rebelde Moqtada Al Sadr abandone Nayaf, y por último, que se respete la ley, lo que supone el desarme de la milicia.
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“Pedimos a todos los creyentes que se ofrezcan de voluntarios para ir con nosotros a Nayaf”, dijo Al Sistani, quien recalcó que se quedará hasta que termine la crisis.
La convocatoria a esta marcha podría ser un intento de Sistani, nacido en Irán, para recuperar algo del territorio político que perdió durante la revuelta de Al Sadr, quien se ha presentado como el rostro de la resistencia antiestadounidense y el ícono de las masas empobrecidas.
En Teherán, el líder supremo chiita de Irán, el ayatolá Alí Jamenei dijo ayer que las intervenciones del ejército estadounidense en Iraq “alimentarán el odio musulmán contra EE.UU. durante décadas”.
Ayer las fuerzas estadounidenses, apoyadas por soldados iraquíes llegaron a unos 200 metros de los milicianos de Al Sadr, atrincherados en el mausoleo, en una relación de fuerzas claramente favorable, e incluso estaban a solo 20 metros del flanco oeste del recinto sagrado.
Unas 300 personas están atrincheradas en el lugar y son blanco de los francotiradores estadounidenses mientras misiles son disparados cerca del santuario. Médicos pidieron ayuda al Gobierno iraquí para conseguir asistencia médica, a unos 30 pacientes que podrían morir si no reciben ayuda.
El almirante estadounidense Greg Slavonic dijo que será el Gobierno iraquí el que decidirá si la llegada de Al Sistani detendrá la ofensiva en Nayaf.
El primer ministro Iyad Alawi dio “la bienvenida” al ayatolá “con el alma llena de alegría” mientras Al Sadr suspendió todas las operaciones militares en las provincias que atraviese el ayatolá Sistani.
Un grupo armado denominado Brigadas de la Ira Divina anunció que secuestró a dos familiares del ministro de Defensa iraquí, Hazem Shalan, quien amenazó días atrás con tomar por asalto a Nayaf si no se rendían los milicianos del Ejército del Mehdi.
Un canal turco de televisión informó del secuestro de dos turcos y se seguía sin noticias de los periodistas franceses Christian Chesnot y Georges Malbrunot, y del italiano Enzo Baldoni. Otro grupo radical islámico colocó en internet unas fotos de lo que dijo, era la decapitación de Jamal Tewefic Salman, acusado de ser un espía de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Iraq.
En EE.UU. un informe del Ejército acusó a 27 miembros de inteligencia militar y contratistas, de 44 casos de vejación de prisioneros en Iraq.