El gobernador de la provincia iraquí de Nayaf dio ayer un ultimátum de 24 horas a los milicianos chiitas del clérigo rebelde Moqtada Al Sadr para que abandonen esa ciudad, advirtiendo que si no lo hacen podrían morir.

Seis semanas después de haber asumido el poder, los responsables iraquíes corrieron el riesgo de acabar por la fuerza con las milicias chiitas radicales y la guerrilla sunita que merman su autoridad.

Recurriendo a la Fuerza Multinacional, en especial a soldados estadounidenses, con apoyo de aviones y tanques, optaron primero por sacar fuera de Nayaf a las milicias leales a Moqtada Sadr que controlan la ciudad santa chiita y el mausoleo de Ali.

Publicidad

Interrogado sobre si las operaciones en curso afectarían a otras ciudades  rebeldes, como Faluja y Ramadi, al oeste de Bagdad, o Samarra, al norte, el portavoz del gobierno Girgis Saada, declaró: “Esto es válido en todas partes. ¿Quiere que se lo repita? En todas partes. En todo momento y quienquiera que sea”.

El ministro iraquí de Interior, Falah Al Nakib, afirmó que el Gobierno no discutiría con las milicias. “No vamos a negociar. Vamos a combatir a esas milicias. Somos lo bastante fuertes como para detenerlas y sacarlas fuera del país”, afirmó.

Mientras el ejército estadounidense aseguró haber matado a 300 milicianos en  dos días en esa localidad del centro de Iraq, la policía iraquí afirmó que 1.200 milicianos leales a Al Sadr se rindieron en la ciudad santa de Nayaf, donde los combates se han intensificado desde el jueves.

Publicidad

Sin embargo, fuentes hospitalarias dijeron que solo murieron 59 insurgentes.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) pidió el fin de los enfrentamientos, temiendo que cuestione la convocatoria de la Conferencia Nacional Iraquí, siguiente paso del previsto plan de democratización de Iraq.

Publicidad

Dos marines murieron en una “acción enemiga” en Nayaf y otros quince fueron heridos en cuatro enfrentamientos con milicianos chiitas en Bagdad.

Al Sadr dijo ayer que EE.UU. es el enemigo de la población de Iraq y lo responsabilizó por la violencia que azota al país.