El temor a represalias, “porque existen fuertes intereses en Petroecuador”, motivó a Carlos Luzuriaga, ex vicepresidente de Petroindustrial, a guardar silencio sobre las verdaderas causas de su salida.

“Iba a callar todo esto”, pero las declaraciones del ministro de Energía, Eduardo López, respecto de que no se cumplieron las metas en el tiempo esperado, colmaron su paciencia.

Luzuriaga ingresó a la empresa en 1980 y hasta hace cuatro años y medio trabajó en ella. Se presentó al concurso para seleccionar personal que se convocó este año porque creyó en un cambio técnico dentro de la estatal.

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Pregunta: ¿Por qué salió de Petroindustrial?
Respuesta:  Porque el presidente ejecutivo de Petroecuador, Luis Camacho, me pidió verbalmente la renuncia. Incluso, el Ministro (de Energía) me dijo: Esto es un juego político y hay que jugarlo, hay que dar puestos; yo lo que quiero es votos para aprobar las reformas a la Ley de Hidrocarburos.

P: ¿Entonces, el responsable directo es el Presidente de Petroecuador?
R: Yo no lo culpo. Él recibe órdenes del Ministro y este, a su vez, órdenes superiores. Ellos simplemente son ejecutores.

P: ¿Qué hizo en dos meses?
R:  Reorganicé algunos puestos. Se impartieron disposiciones para agilizar los trámites de contratos, adquisiciones, transparencia de concursos. Rescindí algunos contratos temporales y de servicios profesionales innecesarios.

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P: ¿Qué órdenes recibió?
R: Que a todos los jefes de unidades se les dé la titularización. Pero eso no puede hacerse porque la gente de carrera, al subir a un cargo administrativo de libre remoción, puede salir en cualquier momento, sin un centavo.

P: ¿Hubo mucha injerencia política?
R: Por teléfono. Me decían (no especificó quién) pon a fulano, pon a fulano. Yo me opuse. (Los recomendados) no tenían el perfil, los antecedentes eran pésimos, pero a pesar de ello me impusieron un coronel en la Superintendencia de Esmeraldas.

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P: ¿Solo aceptó un recomendado?
R: Uno de los casos que lamentablemente tuve que aceptar –por exigencia del Ministro (de Energía)– fue colocar a un señor Barco, no recuerdo el nombre. Me dijo ponle donde no te estorbe y así lo hice. Le puse en capacitación, en la refinería de La Libertad.

P: ¿Usted tiene algún documento de recomendación de esas personas?
R: Lamentablemente todas estas cuestiones se hacían por teléfono; nunca por escrito. Cuando yo solicitaba algo por escrito me decían olvídate.