El presidente George W. Bush y su principal rival en las elecciones de noviembre, John Kerry, continuaron este sábado sus respectivas giras electorales por la región industrial del Medio Oeste, donde se desplazan en autobús.
 
Los dos candidatos visitan zonas fronterizas de varios estados, y el viaje en autobús les permite mostrar un lado más cercano al ciudadano de a pie.
 
El empeoramiento de algunos datos económicos de EE.UU., sobre todo la ralentización del crecimiento del Producto Interior Bruto al 3% durante el segundo trimestre del año y del gasto de los consumidores, fueron hoy el eje de las intervenciones.
 
En su discurso radiofónico de los sábados, el presidente recalcó que, a pesar de todo, las perspectivas económicas del país siguen siendo favorables: "nuestra economía están en el camino ascendente", dijo.
 
Bush señaló que, en lo que va de año, se han creado 1,5 millones de puestos de trabajo, que contrarrestan los aproximadamente 3 millones perdidos en la primera mitad de su mandato.
 
Sin embargo, los demócratas aseguran que muchos de esos nuevos empleos tienen peores salarios y beneficios médicos que los destruidos.
 
Bush visitó hoy Canton (Ohio) para pronunciar dos discursos, y luego viajará a Pittsburg (Pensilvania), donde tiene prevista otra intervención.
 
En un gesto populista, el presidente visitó el campo de entrenamiento del equipo de fútbol americano de los Cleveland Browns y departió un rato con los jugadores y el entrenador.
 
Por su parte, Kerry empleó los últimos datos económicos como combustible para atacar la gestión económica de Bush y su gobierno y demandar un cambio en la Casa Blanca.
 
El candidato demócrata y su aspirante a la vicepresidencia, John Edwards, recorren hoy los estados de Ohio, Pensilvania y Virginia Occidental.
 
"En todo Estados Unidos, las familias están pasando problemas para salir adelante", afirmó Edwards en Greensburg (Pensilvania).
 
La región del Medio Oeste en la que ambos candidatos están centrando su campaña en estos días es clave para la elección, ya que concentra un importante número de votos en el Colegio Electoral y en la mayoría de los estados Bush y Kerry están muy igualados.
 
Esta región industrial ha sufrido en los últimos años una importante pérdida de puestos de trabajo en el sector manufacturero, por lo que los demócratas confían en consolidar allí una victoria en noviembre.