El chileno Rodrigo Orias, quien asesinó al sacerdote italiano Faustino Gazziero cuando concluía la misa en la Catedral de Santiago el pasado 24 de julio, reconoció este viernes sus vínculos con un culto satánico, según informó un capellán que lo visitó en el hospital de la prisión.
Orias degolló con una daga al padre Gazziero, ante el estupor de cientos de fieles que concurrían a la misa vespertina en el principal templo católico de la capital chilena.
Con la misma daga intentó suicidarse y fue hospitalizado con graves heridas de las que se recupera en el hospital de la Penitenciaría de Santiago, donde este viernes lo visitó el capellán Nicllás Vial.
El asesino, de 25 años, llegó a Santiago a comienzos de junio desde la ciudad de Coyhaique, 1.800 km al sur, porque se sintió "impulsado por una fuerza profunda" y "esto tenía que hacerlo", dijo Vial, al recordar las palabras de Orias.
"Hizo algunos recuerdos de que ha participado en ciertas relaciones con el demonio. No sé qué tipo de relaciones, pero diálogos, adoraciones u oraciones hacia ese personaje", agregó el religioso.
Versiones procedentes de Coyhaique señalaron que Orias pertenecía a la secta satánica "Hombres de Negro", una de las 80 organizaciones similares detectadas en Chile, según estudios especializados.