Desde la antepasada centuria se publica a fines de cada año el almanaque Bristol, que tiene  32 páginas, circula en los países de habla hispana y lo patrocina un conocido laboratorio extranjero. La carátula se caracteriza por ser de color anaranjado y en sus páginas interiores hay anuncios de productos auspiciantes.

Tiene mucha demanda por quienes desean conocer los santos de todos los días del año; asimismo, por los agricultores y pescadores que quieren saber sobre las fases de la Luna, que allí aparecen bien explicadas.

Recordemos que los pescadores mediante esos datos se enteran de la ‘oscura’ (Luna en Cuarto Menguante), que es cuando los peces salen a flor de agua y es fácil cogerlos. En cambio, los agricultores se ayudan con los datos de las fases lunares y la marea baja para cortar árboles maderables, entre otras labores afines.

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En general, el uso del almanaque Bristol mantiene su popularidad en la ciudad y el campo por toda la información que contiene, incluyendo los chistes ilustrados y las noticias curiosas sobre eclipses, horóscopo, estaciones, predicciones del tiempo y otras novedades.