Trece niños murieron esta semana en las zonas más altas de los Andes peruanos por una ola de frío con fuertes nevadas, lluvias y aludes que obligaron al gobierno a declarar el viernes a 24 provincias en emergencia.
 
Hasta junio, al menos 18 niños habían muerto a consecuencia de neumonía en zonas remotas andinas de Perú, situadas a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, según el Ministerio de Salud, que no precisó las víctimas de las dos primeras semanas de julio.
 
"Sólo esta semana, se atendieron a 1.045 casos de neumonía y fallecieron 13 niños", dijo el funcionario del Ministerio de Salud Luis Podestá.
 
"Importante es la prevención y la educación de las familias ante cualquier cambio de respiración del niño, sobre todo en los niños menores de cinco años, como respiración rápida, fiebre repentina o si cuando respira se le hunde el abdomen. Inmediatamente se le debe llevar al centro de salud", explicó.
 
El presidente Alejandro Toledo declaró --mediante una ley publicada en el diario oficial-- el estado de emergencia en los departamentos de Arequipa, Cuzco, Puno, Huancavelica y Moquegua, por 60 días, para obras de prevención y rehabilitación en el sector agrícola, el más deprimido del país.
 
Toledo entregó 22 toneladas de alimentos, ropa, cobertores y carpas, en Puno --a unos 1.200 kilómetros al sur de Lima, en la frontera con Bolivia-- donde las más bajas temperaturas oscilaron entre los 20 y 25 grados centígrados bajo cero y la nieve alcanzó hasta 80 centímetros de alto.
 
"Lamentablemente, hay ocho departamentos que son fuertemente impactados por el friaje (ola de frío). Ayer decidimos ampliar a 24 provincias la emergencia (...) Hemos traído víveres y medicinas para los niños, ancianos y también (forraje) para el ganado", dijo Toledo a periodistas en Cuzco, donde continuó su gira de apoyo.
 
Según cifras preliminares de Defensa Civil, recogidas desde el 25 de junio, cuando arreció la ola de frío en los Andes, suman 164.839 las personas afectadas en su salud o cuyas viviendas y cultivos fueron dañados por las nevadas, lluvias y aludes.
 
En esas zonas de Perú, 2,2 millones de vacas, cabras, ovejas y auquénidos murieron por el frío y 301.428 hectáreas de sembrados se perdieron, agregó la Defensa Civil, que contabilizó los daños en las zonas declaradas en emergencia y en los departamentos de Ayacucho, Apurímac y Tacna, cerca de Chile.
 
Al menos 41 kilómetros de carreteras quedaron bloqueadas con nieve y residuos de deslaves de barro, rocas y piedras; 3.082 viviendas también sufrieron los efectos del clima, muchas perdieron sus techos o una pared y 349.015 hectáreas de cultivos quedaron parcialmente inútiles, añadió.
 
El meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI), Nelson Quispe, explicó a Reuters que ésta es una fuerte ola de frío que se produjo este año a partir de junio por la llegada de una masa de aire frío desde zonas a gran altitud, que viajan por el océano Pacífico entre Perú y Chile.
 
"Estas masas de aire frío se posicionan en las zonas muy altas, a más de los 4.000 metros sobre el nivel del mar y cuando hallan humedad originan precipitaciones fuertes y nevadas. El 2002 la nevada fue más intensa que ésta", explicó.