Yesid Arteta, quien durante más de cinco años fue comandante de un frente de la guerrilla de las FARC al sur de Colombia, fue condenado a 27 años de prisión por el delito de homicidio agravado, según el veredicto de un juez de la suroeste ciudad colombiana de Pasto, conocido este miércoles.
 
Arteta (alias Joaquín Posada ) fue condenado por haber ordenado el asesinato, el 31 de marzo de 1993, de un campesino al que se señalaba como violador.
 
En su resolución, el juez señala que "el homicidio fue un acto de justicia  privada, aplicada por parte de un grupo subversivo para enviar un mensaje de pánico y zozobra a la comunidad, a fin de someterla por las vías de hecho".
 
El guerrillero está en la cárcel desde julio de 1996, cuando fue capturado  por el Ejército en la población de Remolinos del Caguán, al sur del país. En el  momento de su detención, tenía una orden de captura por delito de rebelión que  cumplió en la Cárcel Modelo de Bogotá.
 
Cuando iba a cumplir el plazo de condena, le fueron descubiertas armas en  la prisión, y por ello se le abrió un nuevo proceso que estaba cumpliendo, y al  que hay que agregar esta nueva condena por asesinato.
 
Arteta era un influyente jefe, muy cercano a los miembros del Estado Mayor  y al Secretariado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC),  aunque nunca fue negociador.
 
Las FARC lo consideran como uno de los hombres susceptibles de hacer parte  de un canje entre prisioneros de esa organización en cárceles colombianas por  secuestrados en su poder.