Desde la orilla, cuando está unos tres kilómetros mar adentro y visto de frente, semeja una cabeza de alfiler. Pero una vez en el portaviones estadounidense USS Ronald Reagan, uno parece estar recorriendo una pequeña ciudad flotante.
El barco, propulsado por dos reactores nucleares, zarpará desde el puerto peruano El Callao el martes rumbo a San Diego, California.
Ancló en el puerto el viernes tras haber realizado ejercicios en el océano Pacífico con antiguos submarinos peruanos.
El Reagan pesa 97.000 toneladas, alberga aproximadamente 6.000 tripulantes, entre hombres y mujeres; y puede almacenar víveres refrigerados o secos para 90 días. Tiene un ancho de 41 metros y un largo de 334 metros.
Su capitán, James A. Symonds, dijo a la AP que el portaviones puede transportar unas 70 aeronaves, entre cazabombarderos, helicópteros y aviones-radar de observación.
Symonds indicó que el Reagan vino al Perú solamente con 17 aeronaves, entre helicópteros, aviones de combate y de observación, las cuales también realizaron ejercicios con los viejos Mirage 2000 de la Fuerza Aérea Peruana.
Entre los tripulantes del portaaviones figuran los peruanos Ian Hurtado Alvarado, de 20 años, quien trabaja como oficinista; y María Jaúregui, de 26 años, que presta servicios en el sistema de informática.
Symonds dijo que entre los pilotos de los aviones de combate del barco figura un brasileño.
Acerca del entrenamiento con navíos y aviones peruanos, Symonds dijo que fue bueno, nos ha beneficiado mucho. Es parte de un ejercicio que hacemos en Estados Unidos y de interacción en Sudamérica, para coordinar acciones con varios portaviones que se encuentran en otros lugares del mundo.
El armamento de la nave está constituido por misiles NATO y cañones e instrumentos de guerra electrónica. Posee 21 salidas para misiles capaces de derribar blancos en movimiento acelerado.
El USS Ronald Reagan tiene plantas de destilación que proveen 400.000 galones de agua fresca diariamente, 30.000 instalaciones eléctricas, 1.400 teléfonos, y sus generadores de turbinas a vapor producen electricidad para abastecer a una ciudad pequeña.
El barco zarpó de Norfolk, Virginia, el 12 de julio del 2003. Debe arribar a San Diego, California, tentativamente, el 23 de julio del 2004. Dio una vuelta a Sudamérica por el Estrecho de Magallanes porque su gran tamaño le impide pasar por el canal de Panamá.
Los tripulantes están enterados de lo que pasa en el mundo a través de la radio, la televisión, de un diario propio, y de sus modernos sistemas de comunicaciones.